Beber una lata de refresco azucarado al día de 33 cl puede ser suficiente para aumentar en un 22 por ciento el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Así concluye un nuevo estudio publicado en ‘Diabetologia’ con datos del consorcio InterAct y realizado por los doctores Dora Romaguera, Petra Wark y Teresa Norat, del ‘Imperial College London’, en Reino Unido, y sus colegas.
Para ello, utilizaron datos sobre el consumo de zumos y néctares, bebidas gaseosas azucaradas y refrescos endulzados artificialmente recogidos en ocho cohortes europeas del estudio prospectivo europeo sobre cáncer y nutrición (EPIC) en Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Italia, España, Suecia , Francia, Italia, Países Bajos, que implica a unos 350.000 participantes.
Como parte del proyecto InterAct, los científicos realizaron una investigación que incluyó 12.403 casos de diabetes tipo 2 y al azar una subcohorte de 16.154 identificados en EPIC. Los investigadores detectaron, después de ajustar los resultados por factores de confusión, que el consumo de 12 onzas (336 ml o 33 cl) de bebidas azucaradas gaseosas por día aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 en un 22 por ciento.
Este aumento del riesgo se redujo ligeramente al 18 por ciento cuando se tuvieron en cuenta el índice de masa corporal (IMC) y la energía tomada (factores que se cree que median en la asociación entre el azúcar consumido en los refrescos y la incidencia de la diabetes). Esto podría indicar que el efecto del refresco con azúcar sobre la diabetes va más allá de su efecto sobre el peso corporal.
Los autores dicen que el aumento del riesgo de diabetes entre consumidores de refrescos azucarados en Europa es similar al encontrado en un metaanálisis de estudios anteriores realizados en su mayoría en América del Norte, en los que se detectó un 25 por ciento más de riesgo de diabetes tipo 2 asociada a un consumo dirario de bebidas azucaradas de 12 onzas (336 ml).
El investigador principal resume: «Teniendo en cuenta el aumento en el consumo de bebidas dulces en Europa, se deben enviar a la población mensajes claros sobre el efecto contra la salud de estos refrescos”.