Palamos pesquero Emporda
Un pesquero llega al puerto de Palamós tras una dura jornada en la mar. /A.Moreno

El Consell Comarcal del Baix Empordà (Girona) está empeñado en que el turista que escoge esta zona para pasar sus vacaciones no lo haga únicamente por el sol y playa. Ese denominado coloquialmente “turismo lagartija”, por la cantidad de horas de exposición al sol, se marcha en muchas ocasiones de estas tierras sin apenas conocer su patrimonio cultural y su gastronomía.

Y es que en este último aspecto, el Empordà puede estar muy orgulloso de los productos de su tierra (arroz, vino, aceite, verduras, hortalizas…) y del mar (anchoas, gambas…), así como de sus platos típicos: desde el clásico arroz a la cazuela (arròs a la cassola) a los fideos dorados (fideus rossejats), pasando por las tapas, tan populares en otros lugares de la geografía española y que en localidades como Palamós están adquiriendo una merecida fama, lo que la convierten en una rara avis en Cataluña.

Por eso, los municipios de Palamós, Pals y Castell-Platja d’Aro han apostado este año por promocionar su oferta cultural y gastronómica, donde además de degustar sus productos se puede conocer del proceso de creación de los mismos. Actualidad Gastronómica viajó la semana pasada al Baix Empordà para conocer de primera mano la gastronomía de esta zona.

Pals, tierra de arroz

El pueblo de Pals es uno de los recintos góticos mejor conservados de la comarca y es una visita obligada para todo aquel que se acerque al Empordà. En lo gastronómico, Pals es tierra de arroz, que es comparado por su calidad con el de Calasparra (Murcia), aunque su producción sea bastante menor. Antes de visitar los arrozales hicimos una parada en el restaurante Vicus, donde pudimos degustar el típico arroz a la cazuela: un arroz caldoso (demasiado caldoso en nuestra opinión) con sepia que en este caso también llevaba costilla de cerdo y langostinos. Como entrantes, degustamos una fantástica coca de sardinas, aceitunas y berenjena, y un exquisito ravioli tibio de gamba de Palamós con crema de coliflor. Y todo regado con un riquísimo y lleno de matices moscatel seco Flor D’Albera 2011 (Bodega Martí Fabra), de la D.O. Empordà.

Vicus Emporda
Coca de sardinas de Vicus, en Pals. /A.Moreno

Tras una visita por el pueblo medieval de Pals nos dirigimos a dos de las explotaciones arroceras que se encuentran en los alrededores de esta villa. En la primera, el Molí de Pals, cultivan fundamentalmente las variedades Rodó Perlat (redondo perlado, el archiconocido arroz bomba) y Semillarg, ambas buenas para hacer un arroz a la cazuela y con las que es muy difícil pasarse en la cocción.

La segunda, L’Estany de Pals, apuesta por una producción sostenible y ecológica en la que apenas usan herbicidas. Esta arrocera es pionera en envasar el arroz sin mezclas de variedades (“utilizar arroz de una sola variedad garantiza un mayor éxito en el plato”, asegura su responsable, Albert Grassot) y su calidad es reconocida por la alta restauración, que supone el 90% de su clientela. Por otra parte, ver el atardecer desde los arrozales de L’Estany, con una magnífica vista de Pals, no tiene precio.

L'estany pals emporda
Imagen de los campos de arroz de L’Estany, en Pals, al atardecer. /A.Moreno

Palamós, gambas, conservas y ¡tapas!

Palamós, pueblo de pescadores, famoso por sus gambas y que en temporada multiplica su población, esconde muchos secretos gastronómicos. El que más llamó nuestra atención fue la dedicación de muchos de sus establecimientos al mundo de la tapa. Así lo pudimos comprobar en la taberna gallega 4 Rúas, ganadora por votación popular del primer concurso de tapas de la localidad con “Galamosí”, una mezcla perfecta entre la cocina gallega y catalana compuesta por pulpo a la gallega, gamba de Palamós, cebolla caramelizada y puré de patata. Una delicia.

A la mañana siguiente comprobamos in situ la elaboración de conservas en “Els Bomba”, una pequeña explotación en el barrio pesquero en la que, de manera totalmente artesanal, hacen unas fantásticas anchoas (del mediterráneo y del cantábrico) en aceite y en salmuera, boquerones en vinagre, atún en aceite y en escabeche, así como pulpo a la gallega o en vinagreta. Al mediodía, para reponer fuerzas, nos acercamos a la Taverna del Peix, restaurante en el que dimos cuenta de unas sabrosas gambas de Palamós a la plancha y de los primeros Fideus Rossejats (fideos dorados) del día.

Las conservas de "Els Bomba", en Palamós, se elaboran de forma totalmente artesanal. /AMG
Las conservas de «Els Bomba», en Palamós, se elaboran de forma totalmente artesanal. /AMG

No se puede abandonar Palamós sin dar una vuelta por su puerto pesquero, especialmente a media tarde, cuando llegan los barcos de faenar cargados de productos del mar. Es todo un espectáculo asistir a la subasta del pescado en uno de los locales del puerto, donde los mayoristas establecen el precio de los productos tras observarlos en una cinta transportadora.

gamba palamos empordaAdemás, en el puerto se encuentra uno de los atractivos de la localidad: el Museu de la Pesca y el Espai del Peix. El primero es un espacio único en el Mediterráneo, en el que se presenta el pasado, el presente y el futuro de la pesca, con maquetas donde se representan todas las artes de pesca. Allí se trata de concienciar de la importancia de ampliar el abanico de especies que se consumen (unas 12 frente a las alrededor de 500 existentes) para que no haya sobreexplotación.

Por su parte, el Espai del Peix (espacio del pescado) se define como una cita gastronómica con la mar. Situado encima de la lonja y del local donde se subasta el pescado, en este espacio se realizan showcookings y en él se pueden degustar los productos típicos de Palamós, con énfasis en la cocina tradicional de los pescadores. Durante nuestra visita pudimos degustar unos exquisitos Fideus Rossejats, elaborados por el chef Joan Cuadrat, cuya receta publicaremos próximamente en esta web.

Cerca de Palamós se encuentra la Finca Bell Lloc, en el entorno natural protegido de Les Gavarres, donde se elaboran unos vinos ecológicos a los que la normativa de agricultura ecológica se les queda pequeña. “Esta normativa nos parece demasiado permisiva”, afirma Josep Trallero, enólogo de una bodega que produce 15.000 botellas que se caracterizan por no llevar etiqueta: toda la información viene recogida en la capucha del tapón.

Josep Trallero, enólogo de Bell Lloc, explica las bondades de sus viñedos. /A.Moreno
Josep Trallero, enólogo de Bell Lloc, explica las bondades de sus viñedos. /A.Moreno

El resultado son unos vinos alejados de los parámetros habituales de la crianza y el roble a los que estamos acostrumbrados. De hecho, están estudiando otras formas de envejecimiento del vino con materiales distintos al roble, como el acero, el hormigón o la madera de acacia. “El origen de la crianza del vino en madera es que era más fácil para el transporte. A partir de esto, te puedes cuestionar todo”, indica Trallero. La espectacular bodega, situada en cuevas bajo los viñedos, es obra del estudio de arquitectura RCR de Olot y está construida únicamente con acero, piedra y cristal.

Castell-Platja d’Aro: mermelada de mojito y otras delicatessen

Acabamos nuestro viaje gastronómico en Castell d’Aro, localidad conocida por su belén viviente, en el que todas las Navidades participan más de 400 personas. Cerca del núcleo urbano encontramos la pequeña fábrica de mermeladas artesanales Les Eroles, que desde 2006 elabora más de 150 variedades 100% naturales, fabricadas con un 60% de productos recolectados en su propia huerta.

En su tienda probamos una de las que más éxito tiene últimamente, la mermelada de mojito, cuyos ingredientes son los propios de este cóctel. Por raro que parezca, está exquisita. Y es que en Les Eroles te enseñan a ver la mermelada como algo más que un alimento para el desayuno. Así, además de las clásicas de fresa, melocotón, albaricoque o tomate, podemos encontrar sugerentes mezclas como la mermelada de calabacín, albaricoque y coco, o la de chocolate y menta. Y para los diabéticos o los que estén a dieta, también tienen un amplio surtido de mermeladas con stevia, un edulcorante natural con numerosas propiedades.

Mermelada de mojito de Les Eroles sobre yogur griego: una delicatessen. /A.Moreno
Mermelada de mojito de Les Eroles sobre yogur griego: una delicatessen. /A.Moreno

Para terminar, hicimos una caminata por el Paseo de Ronda desde S’Agaró hasta la Playa de Sa Conca, en cuyo chiringuito (Xiringuito’s San Conca) saboreamos, como despedida, unos exquisitos productos del mar regados con un blanco Mestral 2012 (D.O. Empordà) de Bodegas CanSais. Volveremos.

Comentarios

  1. Hola,
    El arroz a la cazuela (arròs a la cassola) se sirve caldoso, debe reposar 10 minutos y el caldo desaparece dejando un arroz seco pero jugoso. Siempre lleva costilla de cerdo.
    El Vicus debe ser bueno como cocina de autor
    Para probar un ben arroz a la cazuela se necesita cocina (casolana) casera buen ejemplo el restaurante La Vila
    La conserva de anchoas con más renombre es la de L’Escala (Alt Empordà)
    Para mermeladas, en Torrent, el museo de la mermelada, naturales y de muy buena tradición.
    Creo que deberían asesorarse mejor antes de visitar lugares que desconocen su trayectoria y tradición

    1. Apreciada Victoria,

      Este fabuloso artículo destaca los valores de tres municipios que luchan e invierten, de la mano del Consell Comarcal, para ser referentes en gastronomía, etc. No es que no se haya asesorado el señor periodista, es que otros municipios, como los que tu nombras, no optan por este tipo de estrategias comunicativas. Y ya se sabe, si uno no lucha al final quizás seran más de renombre las anchoas de Palamós y las melmeladas de Castell…
      Un saludo muy calido.
      😉

  2. Hace años recorrí parte de la costa brava, sobre todo la parte superior, desde Gerona hasta la frontera con Francia, y me gustó mucho. Aprecié las anchoas de L´Escala y también la cocina tipica de la zona, aunque no recuerdo haber probado el arroz a la cazuela, también sus vinos me paracieron magnificos.

  3. Apreciado Albert, gracias por la aclaración.
    No había tenido en cuenta esa posibilidad.
    Sigo recomendando el arroz a la cazuela (arròs a la cassola)del restaurante La Vila. El mejor que he probado en Pals.
    Saludos cordiales.

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