En niveles considerados seguros para el consumo, un producto químico que se acumula en el marisco provoca daño renal, según concluye un estudio realizado en ratones. De hecho, se trata de una toxina que ya se sabe que es perjudicial para el cerebro en concentraciones más elevadas.
Los autores de esta nueva investigación, publicada en ‘Journal of the American Society of Nephrology’, reclaman, por lo tanto, que las autoridades reconsideren los niveles máximos de esta toxina que se consideran seguros para consumo humano.
Se trata del ácido domoico, conocido como «intoxicación amnésica por marisco», que, según los autores del estudio, es una toxina muy resistente al calor y está cada vez más presente en las regiones costeras, tal vez por los cambios ambientales.
Como se elimina por los riñones, los investigadores de este trabajo analizaron si tiene efectos nocivos también en estos órganos y vieron en experimentos con ratones que el riñón es, incluso, más sensible que el cerebro.
«Hemos encontrado que el ácido domoico daña los riñones en concentraciones que son cien veces más bajas que las que causan efectos neurológicos«, alertan los autores, P. Darwin Bell y Jason Funk, de la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos.
Según estos expertos, esto significa que las personas que consumen mariscos pueden tener más riesgo de daño renal, que puede desencadenar insuficiencia renal y diálisis.
Las sustancias químicas presentes en los océanos, producidas por algas, pueden ser tóxicas para los seres humanos, afectando sobre todo al cerebro, por lo que muchas de ellas ya se consideran neurotoxinas.
La agencia norteamericana del medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) fijó unos límites máximos legales para el ácido domoico, que puede acumularse en mejillones, almejas, vieras y pescados, en el marisco según sus efectos neurológicos adversos.