brocoli

Una forma concentrada de un compuesto llamado sulforafano que se encuentra en el brócoli y otras verduras crucíferas, como la col, ha reducido el número de células de leucemia linfoblástica aguda en el entorno de laboratorio, según una investigación del ‘Baylor College of Medicine’, en Estados Unidos, cuyos hallazgos publica la revista ‘Plos One’.

«La leucemia linfoblástica aguda es un tipo de cáncer de las células blancas de la sangre comunes en los niños. Tiene una tasa de curación del 80 por ciento, pero algunos niños no responden al tratamiento, por lo que necesitamos tratamientos alternativos para esos casos”, dijo el doctor Daniel Lacorazza, profesor asistente de patología e inmunología y uno de los autores del estudio.

Lacorazza y sus colegas se centraron en el purificado de sulforafano, un compuesto natural que se encuentra en el brócoli y se cree que tiene propiedades preventivas y terapéuticas en los tumores sólidos, ya que los estudios han demostrado que las personas que consumen una dieta rica en verduras crucíferas tienen un menor riesgo de algunos cánceres. 

Dirigidos por el doctor Koramit Suppipat, autor principal del estudio, los investigadores incubaron derivados humanos de las líneas celulares de leucemia y linfoblastos primarios de pacientes pediátricos con el compuesto. Los resultados de este experimento fueron que las células cancerosas murieron mientras que las células sanas obtenidas de donantes sanos no resultaron afectadas, hallazagos que también mostraron los estudios evaluados en modelos animales preclínicos.

Los autores explican que el compuesto funciona mediante la introducción de las células y reacciona con ciertas proteínas, por lo que creen que este compuesto podría algún día ser usado como una opción de tratamiento en combinación con las terapias actuales, aunque reconocen que hacen falta más estudios. También están trabajando para determinar qué proteínas se ven afectadas por el sulforafano y cómo.

«El sulforafano es un producto natural. Sin embargo, lo hemos utilizado en este estudio en una forma concentrada, purificada –dijo Lacorazza–. Así, mientras que el consumo de verduras crucíferas es bueno, no tendrá el mismo efecto que lo que vimos en el laboratorio».

 

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