No pudo ser. El valenciano Evarist Miralles se ha quedado a las puertas de la final mundial del certamen culinario Bocuse d’Or, al no estar entre los doce más votados en la fase europea del concurso. El ganador de esta edición de 2012 ha sido de nuevo un nórdico, el chef noruego Orjan Johannssen, por delante del sueco Adam Dahlberg, que se ha hecho con la plata, y el danés Jeppe Foldager, bronce.
Con este Bocuse d’Or, Noruega vuelve a proclamarse vencedor de este prestigioso concurso bienal, que ya conquistó en 2008 y en el que fue segundo en la edición de 2010 tras Dinamarca. Para la final de este año, celebrada en Bruselas, tampoco lograron clasificarse Alemania, Italia, República Checa, Bulgaria, Luxemburgo y Polonia.
El ganador se ha embolsado, además del trofeo de oro, 12.000 euros, mientras que suecos y daneses se han llevado 9.000 y 6.000 euros, respectivamente. El jurado, del que formaba parte el chef español Paco Roncero, ha destacado el alto nivel de los 19 equipos participantes, que tuvieron que preparar durante 5 horas y 35 minutos sendos platos de carne y pescado con los mismos ingredientes de base: dos pollos de granja, siete filetes de lenguado y un kilo de camarones grises.
Por su parte, el representante español, que tuvo algún que otro problema con el horno, ha achacado su ausencia en la fase final del concurso a la falta de preparación para un certamen de este tipo. «Nos ha faltado trabajar más y entender mejor el concurso”, ha dicho tras quedarse fuera de esta competición, que debe su nombre al prestigioso chef francés Paul Bocuse.
En su perfil de Facebook, Evarist Miralles lamentaba no haberse clasificado para la final mundial de Lyon (Francia) en 2013. “Una lástima, pero la aventura se acaba aquí… o no?? Hemos creado una comunidad maravillosa, sois todos súper especiales para el Spain Team, así que seguiremos dando guerra, ok??”, ha indicado en esta red social.
En Twitter, Miralles, que fuera vencedor del XIII Campeonato de España de Cocineros, ha dado las gracias a Martín Berasategui por su llamada de apoyo y a todo el equipo que le ha acompañado en la “locura” del Bocuse d’Or, en especial a su compañero en el concurso, Carlos Monsonís.