La tortilla de patatas precocinada está cada vez más presente en los hogares españoles. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE), el consumo de tortilla de patatas precocinada ha crecido un 22,3%, desde el 2021, pasando de 35.360 toneladas a 43.250 toneladas en 2023
El sector de platos preparados considera que este aumento se debe, entre otros motivos, a su capacidad de ofrecer «nuevas propuestas que satisfacen la demanda de productos fáciles de preparar y sabrosos». “En los últimos años, las empresas han presentado una amplia variedad de opciones que van desde las recetas tradicionales hasta las más creativas, que han permitido que la tortilla de patatas siga siendo una elección popular”, señala Álvaro Aguilar, secretario general de ASEFAPRE.
Así, en los supermercados se puede encontrar tortilla de patatas con nuevos ingredientes como espinacas, pimientos, calabacín, cebolla caramelizada o chorizo, entre otros, así como opciones aptas para veganos. Asimismo, para evitar el desperdicio alimentario, se ofrece en distintos formatos: desde los clásicos ‘pinchos’ de 170 gramos, hasta formatos XXL de 1 kilo, perfectos para disfrutar en compañía, pasando por versiones medianas de 300 o 600 gramos.
ASEFAPRE recuerda que este plato, uno de los más populares de la cocina española, fue creado, según la tradición, por el general Tomás de Zumalacárregui durante las guerras carlistas para alimentar a las tropas en el sitio de Bilbao de forma sencilla y saludable, siendo un plato que ofrece una combinación de nutrientes especialmente beneficiosos para el organismo. Así, los huevos proporcionan proteínas de alta calidad y vitaminas esenciales, mientras que las patatas aportan energía en forma de carbohidratos y fibra dietética. Por su parte, el aceite de oliva, rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, contribuye a la buena salud cardiovascular.