Vista de Laguardia desde Bodegas Ysios / Foto: Juan Carlos Morales
Vista de Laguardia desde Bodegas Ysios / Foto: Juan Carlos Morales

Visitar Rioja Alavesa supone un auténtico placer para los sentidos. Adentrarte en esta comarca del sur de Álava, ubicada entre la Sierra de Cantabria y el río Ebro, te lleva a vivir una experiencia multisensorial a través de sus paisajes, su naturaleza, sus olores, su cultura, su arte, su historia, su gastronomía… y, cómo no, de sus espléndidos vinos y de su encantadora gente.

Viñedos con flor de invierno
Viñedos con flor de invierno

A tan solo unos minutos de Logroño y de Vitoria, Rioja Alavesa combina villas medievales y bodegas centenarias con impresionantes edificaciones vanguardistas, envueltas en un mar de viñedos que varía de color en las distintas épocas del año. Aquí, la vida gira en torno a la producción y la elaboración del vino.

Con una extensión de 316 kilómetros cuadrados, la comarca está compuesta por 15 municipios, en los que viven unos 12.000 habitantes. Cuenta con 13.500 hectáreas de viñedos y cerca de 400 bodegas, donde se elaboran anualmente unas 100 millones de botellas de vino, bajo el control de la Denominación de Origen Calificada Rioja.

Rioja Alavesa tiene un microclima propio, protegida del frío del norte por la Sierra de Cantabria, que propicia el cultivo de la vid y que contribuye a elaborar unos vinos que gozan del prestigio y reconocimiento internacional.

Con la mochila al hombro, emulando al maestro Labordeta, un equipo de Actualidad Gastronómica ha recorrido la Ruta del Vino Rioja Alavesa en el Enobús, el bus turístico del vino que recorre la comarca cada sábado, entre marzo y octubre, con itinerarios diferentes y con visitas a villas y bodegas, así como degustaciones y catas.

Empezamos la ruta en Villabuena de Álava, una pequeña localidad ubicada en una ladera escalonada, de apenas 325 habitantes, que cuenta con 32 bodegas, y donde todo el mundo vive por y para el vino, incluido su alcalde, el peneuvista Juan José García Berrueco (Bodega García Berrueco).

Hotel Viura, en Villabuena de Álava
Hotel Viura, en Villabuena de Álava

El alcalde nos explicó que en Villabuena, y prácticamente en toda la comarca, casi todo el mundo tiene bodega y no hay prácticamente paro. Incluso tienen que contratar trabajadores de otras regiones.

El Hotel Viura fue nuestra base para conocer la región. Se trata de un establecimiento de cuatro estrellas, de estilo contemporáneo, cuya construcción fue impulsada por el Ayuntamiento para potenciar el enoturismo en Rioja Alavesa.

El hotel está situado en una antigua casa de diezmos del siglo XVI, y mantiene sus calados de vino antiguo. Construido por la joven arquitecta Beatriz Pérez Echezarreta mediante una mezcla de vanguardismo y tradición, el hotel Viura fue inaugurado el 16 de marzo de 2010 y, según su director, Román Jiménez, el 60% de la ocupación es extranjera.

En el hotel disfrutamos de una cata de vinos dirigida por Gabriel Frías del Val, de la Bodega Hermanos Frías del Val, una bodega familiar de Villabuena de Álava que nació en 1969, y que ha sabido conjugar su tradicional cuidado del viñedo (cepas con más de 100 años en forma de vaso), con una elaboración muy personal de sus caldos.

Muy buenos el Blanco Joven de 2011, el Blanco Fermentado en Barrica, el Crianza de 2009, un Reserva de 2008 y, sorprendente, un vino joven “de autor”, Don Peduz, con una gran potencia aromática y un sabor potente, agresivo y persistente en boca.

Barricas en el techo del restaurante del Hotel Viura
Barricas en el techo del restaurante del Hotel Viura

Tras la cata, el chef del Hotel Viura, Juan Carlos Ferrando, elaboró un menú degustación compuesto por Alcaparras, Brotes Tiernos y Vinegreta Cítrica; Carpaccio de Buey Súmmum; Ensalada Templada de Pulpo con Patata Rota, Aceite de Pimentón y Reinetas; Menestra de Verduras con Jamón Ibérico; Albóndigas de Ternera, Foie y Trufa sobre Cremoso de Patata; y, de postre, Arroz con Leche Rebozado y con Helado de Canela. Espectaculares platos regados con vinos de Villabuena: un Blanco joven 2011 de Arabarte; Tinto Joven 2011 de García Berrueco (excelente) y un Tinto Crianza 2009 de Luis Cañas.

En la Ruta del Vino Rioja Alavesa es obligatoria la visita a Villa Lucía, en la localidad de Laguardia, considerada la capital de la comarca. Se trata de un centro temático del vino situado en la antigua finca de recreo del fabulista Samaniego.

Villa Lucía ofrece diferentes actividades enoturísticas y un museo para conocer la historia y los rituales del vino de una manera muy amena e interactiva: efectos audiovisuales, catas virtuales de aromas, maquetas…

Villa Lucía ofrece al turista actividades sensoriales
Villa Lucía ofrece al turista actividades sensoriales

Desde 2011, Villa Lucía también dispone de una experiencia en 4D, “En Tierra de Sueños”, un cortometraje en cuatro dimensiones para descubrir la comarca, que ya ha recibido doce premios internacionales en festivales de cine, turismo y nuevas tecnologías.

Tras dejar Laguardia, el Enobús nos llevó hasta Lapuebla de Labarca, una pequeña localidad a la ribera del río Ebro, donde visitamos Bodegas Loli Casado. Sus propietarios, el matrimonio formado por Jesús Astorga y Loli Casado, nos enseñaron las instalaciones de esta bodega familiar (incluido el belén navideño entre barricas), que combina calados antiguos con nuevos edificios y que se ha marcado una línea de innovación para ofrecer vinos de mejor calidad. Experimentando con iguales vinos en diferentes barricas de roble, la bodega ha logrado un tinto joven espectacular, Polus 2010, del cual sólo han producido 7.000 botellas.

De regreso a Laguardia, el Enobús nos condujo hasta una de las grandes bodegas de la comarca: Viña Real, la marca creada por Cune en Rioja Alavesa en 1920. Situada en lo alto de un cerro y construida en 2004, la bodega es obra del arquitecto francés Philippe Mazieres, quien conjugó la idea de nobleza y modernidad a través del hormigón, la madera y el acero inoxidable.

Bodega Viña Real, del grupo Cune
Bodega Viña Real, del grupo Cune

La nave central es una enorme tina, de 56 metros de diámetro, por la que se cuela luz natural. Cuenta, además, con dos túneles en paralelo de 150 metros cada uno, excavados dentro de la propia montaña. A 6 metros de profundidad se encuentran calados con más de 20.000 barricas.

Viña Real produce 12 millones de botellas anuales y exporta sus vinos a más de 70 países, entre los que destacan Suiza, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y México. El 40% de su producción se destina a la exportación.

En Viña Real se puede degustar un menú tradicional de bodega, compuesto por patatas con chorizo, cordero con ensalada y milhojas de chocolate, acompañados con los distintos vinos de la bodega (joven 2011, crianza 2009, reserva 2006 y Cune blanco semidulce).

De vuelta al Enobús, la siguiente parada fue la localidad de Samaniego. Aquí visitamos Bodegas Ostatu, construida sobre un edificio del siglo XVIII que era una antigua posada de paso. En esta bodega familiar, según nos explicó su propietaria Mariasun Sáenz de Samaniego, se elaboran vinos desde 1985, aunque los viñedos de la familia datan del siglo XVI. Ostatu tiene una producción anual de 350.000 botellas, de las que el 40% se destinan a la exportación.

Bodega Pagos de Leza
Bodega Pagos de Leza

Muy cerca de Samaniego está la localidad de Leza, donde se encuentra Pagos de Leza, una bodega de nueva construcción (cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX) inspirada en la Sierra de Cantabria y en sus propios viñedos.

Con una instalaciones modernas y dotadas de las últimas tecnologías (tolva con pesado automático de la uva, máquina saca-hollejo, lava-barricas para trasiegos) su propietaria, Gloria Santamaría, nos explicó que aparte de la bodega, tienen proyectado dedicar una parte a la enogastronomía y otra a la replantación de árboles autóctonos como melocotón, higuera o membrillo.

Pagos de Leza dispone de 42 hectáreas de viñedo (propio o vinculado) y dos marcas en el mercado: Ángel Santamaría y Editor. Además, elabora un vino de autor con una segunda fermentación en barrica.

Regreso al Enobús y rumbo de nuevo a Laguardia para visitar un lugar excepcional: la Hospedería de los Parajes, un pequeño hotel con un conjunto de espacios lleno de sensaciones. Sus 18 habitaciones, cada una diferente y con personalidad propia, rodean un gran patio central, y dispone de un centro de vinoterapia, con spa, jacuzzi, baño turco, duchas escocesas y fuente de hielo.

Calado de la Hospedería de los Parajes
Calado de la Hospedería de los Parajes

Para rematar, el establecimiento cuenta bajo sus pies con un restaurante subterráneo, en un calado del siglo XVI, con estrechos pasillos comunicados entre sí, donde se puede disfrutar de una cocina innovadora y catar los mejores vinos de Rioja Alavesa.

Los calados y las cuevas están presentes en todas las casas de Laguardia, y antiguamente se comunicaban todos. Fueron construidos con una finalidad defensiva, al igual que la muralla de esta histórica villa, fundada en el siglo X como defensa del Reino de Navarra y que conserva casi intacto su trazado medieval.

En Laguardia, villa natal del fabulista Samaniego, se encuentra la iglesia de Santa María de los Reyes, con un pórtico del siglo XVII, de estilo gótico, que conserva en perfecto estado su policromía.

En las afueras de Laguardia, y con el fondo de la Sierra de Cantabria, se levanta una sorprendente construcción, Bodegas Ysios, construida en 2001 por el arquitecto Santiago Calatrava. Se trata de la primera bodega de estilo vanguardista, propiedad del Grupo Domecq, que sólo elabora reservas y ediciones limitadas.

Bodega Ysios, construida por Santiago Calatrava
Bodegas Ysios, construida por Santiago Calatrava

Ysios dispone de 75 hectáreas de viñedos en los que la vendimia se realiza de forma manual y la uva se transporta a la bodega en pequeños cajones de 300 kilos. Una vez en la bodega, se realiza una segunda selección de la uva y se lleva a cabo un primer estrujado que no rompe la pepita. El llenado de depósitos se hace por gravedad, y los depósitos de decantación están situados horizontalmente para eliminar más fácilmente las impurezas.

Las barricas, de roble francés, americano y húngaro, se renuevan cada tres años, enviándolas a otras bodegas del grupo, ya que su vida media es de diez años. Ysios produce 300.000 botellas al año de reserva, y unas 5.000 de edición limitada exclusivamente para el mercado nacional.

Tras abandonar Laguardia, nos dirigimos a otra parada obligatoria en Rioja Alavesa: la localidad de Elciego, donde se encuentra la Ciudad del Vino, de la bodega Marqués de Riscal. Obra del arquitecto Frank O. Gehry, el titanio es el protagonista, y los diferentes colores se inspiran en las tonalidades del vino. Esta construcción ha impulsado el turismo en la comarca, sobre todo extranjero, y ha acrecentado la fama internacional de Rioja Alavesa.

La Ciudad del Vino, de Marqués de Riscal
La Ciudad del Vino, de Marqués de Riscal

Elciego, que se independizó de Laguardia en el siglo XVI, cuenta también con otra joya menos conocida, la iglesia de San Andrés, con dos torres desiguales gótico-renacentistas, y preciosas casas solariegas muy bien conservadas.

Además del vino, Rioja Alavesa está impulsando la elaboración de aceites de oliva virgen extra propios, de la variedad autóctona Arróniz, ya que el olivo es uno de los tres elementos de cultivo más importante de la zona, junto a la vid y el cereal.

Asistimos en Elciego a una cata de aceite de la mano de Joseba Casado Morales, quien nos enseñó a distinguir las cualidades del que muchos ya consideran “oro líquido”. El aceite de Rioja Alavesa, dorado, presenta aromas a hierbas, almedras y tonos dulces, y en boca proporciona un picor y amargor agradable y persistente.

Rioja Alavesa produce 10.000 botellas anualmente de aceite de la variedad Arroniz porque, según Casado Morales, su objetivo no es competir en cantidad sino en calidad.

Antes de emprender el viaje de regreso a Madrid, el Enobús nos llevó hasta el pequeño pueblo de Páganos. Allí se encuentra el restaurante Héctor Oribe, quien nos ofreció un menú degustación compuesto por Ensalada templada de verduras asadas y anchoas marinadas con vinagreta de tomate y albahaca; Canutillos de pan y morcilla con crema de alubias rojas y guindillas vascas; Taco de bacalao confitado en aceite de oliva con crema de espinacas y pil-pil; y Carrillera de ternera al vino tinto con puré de manzanas.

Un final espectacular para un fin de semana inolvidable. Un placer para los sentidos a disposición de cualquiera que visite esta maravillosa tierra rodeada de un mar de viñedos.

El Enobús recorre los sábados la comarca de Rioja Alavesa
El Enobús recorre los sábados la comarca de Rioja Alavesa

Comentarios

  1. Magnífico reportaje, lo recorreré con Almodóvar. Lo mejor de Rioja Alavesa son sus vinos jóvenes con elaboración natural de maceración carbónica. Espectaculares los de Frias del Val, García Berrueco (García Huizi), u Ostatu. Dicen que en la villa de Samaniego, el día de Nochebuena, y antes de la cena, los vecinos visitan cada bodega para probar el vino joven del año…

  2. Un reportaje excepcional al reflejar fielmente el lema que hoy predomina en Rioja Alavesa » Rija Alavesa todo un placer» Me gustaria destacar la sorpresa que me ha producido que una familia se haya embarcado en la aventura de poner en marcha una complejo enoturistico como es PAGOS DE LEZA, mi enhorabuena y mi animo en una epoca tan dificil como la que estamos viviendo. Tambien quiero destacar lo equilibrado del contenido al poner el acento en los puntos clave de cada uno de los lugares y sitios visitados. Gracias por dar a conoce una tierra que nada tienen que envidiar a Burdeos,La Toscana o el Valle de Napa.

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