Reducir el precio de los alimentos saludables en los supermercados, como frutas y verduras, hace que su consumo se incremente, según concluye una investigación de la Corporación RAND. Para este hallazgo, los autores del estudio analizaron un programa disponible en Sudáfrica, que se puso en marcha en 2009 y que ofrece un descuento de entre el 10 y el 25 por ciento en la compras de alimentos saludables.
La iniciativa, publicada en ‘American Journal of Preventive Medicine’, supone que los compradores pueden obtener el reembolso de ciertos artículos que compren, siempre y cuando estén incluidos en una lista de alimento, confeccionada por nutricionistas entre la que están desde frutas y verduras hasta productos lácteos sin azúcar, grasa o sal. Según la coautora del estudio Roland Sturm, de la corporación RAND, estos resultados ofrecen evidencia de que la reducción del costo de alimentos nutricionalmente preferibles puede incitar a las personas a «mejorar significativamente su dieta».
El equipo recopiló datos procedentes de 170.000 hogares y una encuesta de datos sobre los patrones de la dieta de 350.000 personas, incluidas las que participaron tanto en el programa de reembolso como las que no. En general, la reducción de los precios de los alimentos saludables se asoció significativamente con una mejor percepción de la dieta, con un aumento de la adquisición de estos productos del 9,3 por ciento con descuentos del 25 por ciento.