Un gran estudio realizado con medio millón de hombres y mujeres demuestra una asociación entre la carne procesada y la enfermedad cardiovascular y el cáncer, así como muerte prematura, según las conclusiones de la investigación, publicadas en la revista ‘BioMed Central’, en la que se resaltan las dificultades de medir el efecto del consumo de carne en la salud por la confusión con el estilo de vida sobre la salud. A menudo, los vegetarianos llevan estilos de vida más saludables que la población general, como ser menos propensos a fumar, tienen menos grasa y suelen ser más físicamente activos.
En esta ‘Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición’ (‘EPIC’), en la que participaron diez países y 23 centros en Europa, en general, una dieta rica en carne procesada estaba vinculada a otras opciones no saludables. Los hombres y las mujeres que comían más carne procesada consumieron menor cantidad de frutas y verduras y eran más propensas a fumar, siendo además los hombres que tomaban gran cantidad de carne los que tendían a un consumo elevado de alcohol.
El riesgo de una persona de muerte prematura (mayor riesgo de mortalidad por todas las causas) aumentó con la cantidad de carne procesada comida, algo también es válido después de la corrección de las variables de confusión. Una pequeña cantidad de carne roja que parecía ser beneficiosa es porque la carne es una importante fuente de nutrientes y vitaminas, explican los investigadores.
La directora de este análisis, la profesora Sabine Rohrmann, de la Universidad de Zurich (Suiza), explica: «Los riesgos de morir más temprano de cáncer y enfermedades cardiovasculares también aumentaron con la cantidad de carne procesada consumida. En general, se estima que el 3% de las muertes prematuras cada año podrían evitarse si las personas comieran menos de 20 gramos de carne procesada al día«.