Para aplacar los últimos días del frío invierno madrileño, el chef cántabro Paco Quirós ofrece en su restaurante Cañadío (c/ Conde de Peñalver, 86), los mejores guisos de la cocina cántabra, acompañados de productos de la tierra.
Con un precio asequible para todos los bolsillos (9,50 euros en la zona basic y 12,50 euros en el comedor principal) están triunfando los platos tradicionales de cuchara, con recetas de toda la vida y sabores de antaño.
Entre ellos, como no podía ser de otra manera, el cocido montañés, que el restaurante Cañadío sirve todos los miércoles y viernes, con sus alubias y berzas para llenar de energía a sus clientes.
En los menús tampoco faltan la marmita de bonito, el arroz con pollo o los huevos fritos con pisto y patatas, y en la carta se pueden degustar, entre otras especialidades, las anchoas de Santoña con pimientos rojos asados, ensalada y buñuelos de bacalao, la carrillera de ternera de Tudanca con vinagreta de miel, croquetas de chorizo de Potes, bocartes fritos, guiso meloso de pata y morros, hamburguesa de bonito, la merluza “de delante a atrás” (bandera desde hace años en la carta de Cañadío Santander) y su famosa tarta de queso.
El restaurante Cañadío llegó a Madrid a finales de 2011 de la mano de su fundador, Paco Quirós (dos soles Repsol y Premio de la Gastronomía de Cantabria en 2007), y su esposa Teresa Monteoliva, tras más de 30 años de experiencia en Santander en el restaurante del mismo nombre.