Imagen de los vinos y quesos que presentó Bodegas Comenge. /Juan Carlos Morales
Imagen de los vinos y quesos que presentó Bodegas Comenge. /Juan Carlos Morales

La final de la Nariz de Oro 2013 arrancó este viernes en el Hotel Puerta América de Madrid con muchas catas, presentaciones y otras actividades. Un aperitivo para el momento cumbre del fin de semana: hoy sábado, a las 17.30 horas, los sumilleres finalistas se disputarán el preciado título de Nariz de Oro. El que mejor identifique las cinco bebidas del mundo que les servirán en sendas copas negras se llevará el trofeo.

Pero ayer no se respiraba aún la tensión de la competición y la jornada comenzó con la cata, realizada por los 72 sumilleres participantes, de los 106 vinos que se presentan al concurso de mejor vino 2013. Al tiempo que se desarrollaba esta cata, en el salón principal tuvo lugar la presentación de Bodegas Comenge, de la D.O. Ribera del Duero, que trajo hasta Madrid tres de sus vinos y un producto especial y único: queso envuelto en hollejos de uva.

Esta bodega, situada en Curiel de Duero, presume de utilizar para sus vinos únicamente uva procedente de sus viñedos. No en vano, se consideran más viticultores que elaboradores de vino. Asimismo, otra característica fundamental de esta bodega es que practica la agricultura ecológica con el objeto de de conseguir una uva de mejor calidad. Sus viñedos están libres de pesticidas o herbicidas, de forma que la hierba crece entre las cepas libremente, sin que afecte lo más mínimo a la uva.

En la cata de este viernes tuvimos ocasión de probar el Comenge 2008, 100% uva Tempranillo, un vino suave, con notas cremosas y a frutos rojos, al que se presume un buen potencial de envejecimiento. También catamos el Comenge Verdejo 2012, un blanco elegante y que remite al origen de la bodega, ya que el primer vino que elaboraron, allá por 1998, fue un verdejo en Rueda.

Pero la joya de la bodega es el Don Miguel, procedente de su Pago de las Hontanillas, con 90% Tempranillo, 10% Cabernet y 18 meses de maduración en barrica de roble francés. Un vino de alta expresión que marida a la perfección con el producto que están lanzando ahora al mercado: queso envuelto en hollejo de uva, del que presentaron dos tipos.

El primero, llamado Duet, es un queso blanco de coagulación láctica con solo un mes de curación. El exterior está cubierto de hollejo de uva tinta que también hay que comer. Lo más curioso es que las pepitas de la uva aportan un crujiente muy atractivo al queso, mientras que el hollejo proporciona un sabor al queso único. Digamos que en un solo bocado tenemos a la vez queso y vino.

El segundo queso es más común. También se ha de comer con la corteza, que este caso aporta menos sabor a uva. Para la elaboración de estos originales quesos (hechos solo con leche de oveja), Bodegas Comenge está trabajando con Quesería Granja Cantagrullas, que según nos comentaron cada vez recibe más pedidos de restaurantes con estrellas Michelin.

 

Su queso de fermentación láctica envuelto con hollejos. /JC Morales
Su queso de fermentación láctica envuelto con hollejos. /JC Morales

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