Los niños que comen los menús que les preparan sus madres están mejor alimentados y sufren menos obesidad, mientras que el estado nutricional de los que son alimentados por una persona diferente a su madre «empeora». Así lo señalan científicos de la Universidad de Granada (UGR), que han confirmado la existencia de una asociación directa entre el estado nutricional de los niños y quienes les preparan la comida en casa.
Su investigación, en la emplearon una muestra de 718 niños y adolescentes de entre 9 y 17 años de 13 centros educativos de Granada y de su provincia y que ha sido publicada en la revista Nutrición Hospitalaria, reveló que resulta «muy importante» quién elabora el menú familiar diario, puesto que a medida que es elaborado por personas diferentes a la madre, el estado nutricional de los hijos empeora considerablemente.
«Continúa siendo la madre la figura familiar que mejor conoce las necesidades alimentarias de sus hijos y la mejor preparada, en términos de conocimientos alimentarios, para la elaboración y el mantenimiento de una óptima alimentación familiar», según explica la propia UGR en un comunicado.
Además, los científicos hallaron también una relación entre la práctica del ocio sedentario y los valores de índice de masa corporal (IMC), encontrando diferencias estadísticamente significativas para el IMC de aquellos con actitudes ociosas eminentemente sedentarias, frente a aquellos otros que no las mantenían.
El estudio ha sido publicado por los investigadores de UGR María José Aguilar Cordero y Emilio González Jiménez (Departamento de Enfermería), Carmen García García (Laboratorio de Antropología Física), Pedro García López (Departamento de Estadística), Carlos Alberto Padilla López y Judit Álvarez Ferre (Grupo PAI de Investigación CTS-367 de la Junta de Andalucía) y Esther Ocete Hita (Departamento de Pediatría).