La fruta no fermenta en el estómago y, de hecho, ningún alimento lo hace salvo que se padezca una obstrucción intestinal; ni las ostras poseen propiedades afrodisíacas, ya que no hay demostración científica alguna, como por contra sí hay evidencia de la investigación de que aportan vitaminas A y D, calcio, magnesio y, en menor medida, yodo, potasio y fósforo.
Son sólo dos ejemplos de leyendas o mitos de una larga lista de 98 que se desmontan en el libro ‘Comer o no comer?. Falsedades y mitos de la alimentación’ (Planeta)’, escrito por Antonio Ortí, Ana Palencia y Raquel Bernacer, y cuyos beneficios se destinarán íntegramente a Cáritas para ayudar a esta institución a dar de comer a personas que están atravesando dificultades en la actualidad.
Entre la larga lista de mitos alimenticios falsos, destacan otros como que la margarina se inventó para alimentar a los pavos, cuando en realidad Napoleón III de Francia ofreció en 1866 una recompensa a cualquiera que encontrara un untable saludable, económico y fácil de conservar, destinado a las clases trabajadoras.
Otra mentira muy extendida es que comer más de tres huevos es malo, que se basa en la creencia de que se dispara el colesterol, sin embargo una persona sana puede comer hasta siete huevos, mientras que una con exceso de colesterol en la sangre puede comer perfectamente tres o cuatro huevos a la semana.
Asimismo, tampoco es cierto que la carne más barata es la de animales clonados, ni que la miga del pan engorde más que la corteza, que comer dulces vuelve hiperactivos a los niños, que los huevos morenos son más nutritivos que los blancos, que hay que elegir alimentos según el grupo sanguíneo, que la miel lo cura todo, que masticar café burla el alcoholímetro o que un antojo no satisfecho deja una marca en el bebé.
Entre las razones por las que surgen este tipo de creencias, los autores explican que la alimentación es un acto diario que hace todo el mundo, por lo que parece muy fácil opinar, con teorías propias y sin investigar, una práctica que se agrava, según estos expertos, por la revolución digital y, en concreto, de las redes sociales. «La facilidad de encontrar toda la información en las redes además de comunicar tu opinión ha hecho que no dejen de proliferar», afirma Ana Palencia, una de las autoras del libro.
Esta experta alerta de que entre los mitos más peligrosos está la idea de que comer un único alimento adelgaza. «No existe un alimento que aporte todos los nutrientes que necesita el ser humano. El que más lo hace es la leche materna y sólo lo tomamos los primeros meses de vida», destaca esta experta en nutrición, tras rechazar consejos como comer sólo piña a diario para adelgazar, no tomar nada de grasa, eliminar por completo los carbohidratos o no desayunar a diario para perder peso.
Buen libro, escrito por verdaderos expertos, que huye de las falsas soluciones elementales.
Pero no hay nada que hacer: no hay peor sordo que el que no quiere tampoco ver… las evidencias que científicos y médicos imparciales nos dan cada día.