La localidad riojana de San Asensio celebra cada año desde 1977 la Batalla del Clarete, una guerra incruenta que se libra con 30.000 litros de vino como única munición arrojadiza, que deja empapados por fuera y por dentro a propios y extraños. Hace unos días, esta contienda ha recibido el reconocimiento oficial de la Comunidad Autónoma de La Rioja, que le ha otorgado la consideración de Fiesta de Interés Turístico Regional.
El próximo 22 de julio, el domingo más próximo a la festividad de Santiago Apóstol, tendrá lugar la XXXV edición de esta Batalla, por primera vez con la etiqueta de fiesta de interés regional. San Asensio, pueblo de 1.238 habitantes y conocido como ‘la cuna del clarete’, emplea vino sobrante de sus bodegas para que los participantes se calen unos a otros, usando como armas cañones-lanzadera, sulfatadoras, pistolas de agua, porrones, garrafas, fumigadoras, botijos, botas, cubos o porrones. Cualquier utensilio sirve para rociarse de clarete.
El pasado 16 de mayo, el Boletín Oficial de la Rioja publicó este reconocimiento, anunciado días antes por el presidente riojano, Pedro Sanz, quien destacó que se había premiado una tradición asentada, que atraía a cientos de visitantes y que es seña de identidad de la localidad.
Una de las personas más orgullosas por esta decisión es Alfonso García Hernando, alcalde de San Asensio, bodeguero y antiguo cantante del trío musical aficionado El Clarete. El Ayuntamiento que preside, con el impulso de la Peña El Clarete, elevó en marzo la solicitud para la declaración de la Batalla como fiesta regional. El propio García Hernando recuerda la primera Batalla, cuyas hostilidades se desencadenaron en 1977 en una noche de juerga que terminó con los peñistas lanzándose vino unos a otros.
San Asensio, en la Rioja Alta, tiene 1.800 hectáreas de viñas. Cuenta como toda la región con calados centenarios donde se crían bajo tierra vinos tintos y blancos en barrica, pero también elabora un magnífico vino clarete fruto de la fusión de uvas tintas y blancas.
Alfonso García Hernando es el propietario de las bodegas del mismo nombre. Entre sus vinos figura el Cortecillas Clarete, elaborado al 50 por ciento con uva tinta de la variedad garnacha y uva blanca viura. Sus notas, según el propio bodeguero, son color rosa salmón, limpio y brillante, aromas primarios de frutas exóticas, como pomelos, piñas y rosas, y un postgusto largo y equilibrado. Tiene una leve acidez. Ideal, como todos los claretes, como acompañante de aperitivos, carnes blancas, mariscos, pastas y arroces. Su precio: entre 2 y 2,50 euros la botella.
El origen del clarete
El alcalde sostiene que el nombre de clarete a esta modalidad de vino se lo puso en España el mismísimo Felipe II, tras probar los caldos de San Asensio. Efectivamente, el poderoso monarca estuvo alojado un mes en 1592 en el Monasterio de La Estrella, junto a San Asensio, donde se vió obligado a parar con su séquito al sufrir uno de sus ataques agudos de gota, cuando se dirigía de Santo Domingo de la Calzada a Tarazona.
Es seguro que el Rey probó los vinos durante su estancia en el Monasterio, entonces regentado por la Orden de los Jerónimos y hoy por los Hermanos de La Salle. Pero García Hernando ha oído contar que Felipe II puso la copa al trasluz y al ver la claridad del líquido, dijo: «Es ‘clairet'», usando la palabra francesa.
Existen relaciones de la época donde se destacan los vinos de San Asensio como los más apreciables de esta zona riojana, mientras que el resto eran tachados en general como «groseros y rojizos». Eran otros tiempos.
Volviendo a la Batalla del Clarete, una interesante encuesta publicada estos días en la página web del pueblo, sanasensio.net, pregunta si deben instalarse duchas públicas con motivo de la Batalla del Clarete, para lograr que los visitantes prolonguen su estancia. San Asensio está a 14,5 kilómetros de Haro, donde el 29 de junio celebran desde hace más de medio siglo la Batalla del Vino, una fiesta más antigua que está ya catalogada como de Interés Turístico Nacional.
En las Bodegas Alfonso García Hernando, que Actualidad Gastronómica tuvo el placer de visitar con su propietario, también se elaboran magníficos vinos blancos y tintos Rioja, de la marca Cortecillas. Ha recibido varios galardones, como el Premio al Mejor Vino Tinto del XX Concurso de Vinos Cosecheros de La Rioja, en 2010. García Asensio, cantante de una orquesta del pueblo en su juventud (el trío El Clarete), dice que en ocasiones pone música –entre otros, de Il Divo– en el calado que guarda las barricas donde se asientan sus vinos. Para contribuir a su relajada crianza.