Las dietas vegetarianas están relacionadas con una reducción de las tasas de mortalidad, en concreto, con menor riesgo de muerte por enfermedades crónicas como la hipertensión, el síndrome metabólico, la diabetes mellitus y la enfermedad isquémica del corazón (EIC), tal y como concluye un estudio realizado con más de 70.000 participantes.
La investigación, publicada en la edición online de ‘JAMA Internal Medicine’, arroja resultados más favorables para los hombres que las mujeres. Michael J. Orlich, de la Universidad de Loma Linda en California (Estados Unidos), y sus colegas examinaron todas las causas y mortalidad por causas específicas en un grupo de 73.308 hombres y mujeres.
Los científicos evaluaron su dieta con un cuestionario que las clasificaba en cinco grupos: no vegetariana, semivegetariana, pesco-vegetarianos (incluye mariscos), lacto-ovo-vegetariana (incluye productos lácteos y huevos) y vegan (excluye todos los productos animales), estando en los grupos vegetarianos personas mayores, con más estudios y más probabilidades de estar casados, beber menos alcohol, fumar menos, hacer más ejercicio y estar más delgados.
«Alguna evidencia sugiere que los patrones dietéticos vegetarianos pueden estar asociados con una menor mortalidad, pero la relación no está bien establecida», señala el estudio, en el que la razón de riesgo ajustada para la mortalidad por todas las causas en todos los vegetarianos frente a no vegetarianos fue de 0,88, o un 12 por ciento menos.
La asociación fue mejor para los hombres con una reducción significativa en la mortalidad por enfermedad cardiovascular y muerte por EIC en los vegetarianos frente a los no vegetarianos, mientras en las mujeres no hubo reducciones significativas en estas categorías de la mortalidad.
«Estos resultados demuestran una asociación global de los patrones de la dieta vegetariana con una menor mortalidad en comparación con el patrón de dieta no vegetariana. También detectan algunas asociaciones con menor mortalidad de los pesco-vegetarianos, veganos y dietas lacto-ovo-vegetarianas comparado específicamente con la dieta no vegetariana”, concluyen los autores.