Una buena alimentación, como la de la dieta mediterránea, puede llegar a reducir hasta un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular y hasta un 70% las probabilidades de volver a padecer una patología de ese tipo, según la Fundación Española del Corazón (FEC).
Un ensayo de la American Heart Association, titulado Lyon Diet Heart Study, ha probado la efica de la dieta mediterránea sobre la tasa de recurrencia coronaria después de un primer infarto de miocardio: las personas que siguieron una dieta mediterránea basada en consumo de pan, hortalizas, verduras, pescado, fruta y un menor consumo de carne roja (sustituida por carne de aves de corral tenían un riesgo del 50 al 70% menos de volver a tener una enfermdad cardiaca.
“La dieta mediterránea está basada en el consumo de productos vegetales, pan y otros cereales, productos lácteos preferiblemente desnatados, el aceite de oliva como grasa principal, y dentro de las proteínas priorizar el consumo de pescado y aves sobre el de la carnes rojas. Además, también es cardiosaludable el consumo regular de vino o cerveza en cantidades moderadas (dos vasos al día en varones, uno en mujeres)”, recuerda Regina Dalmau, miembro de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC.
Según explica esta experta, las dietas bajas en grasas de origen animal (sobre todo grasas saturadas) y que potencian el consumo de frutas, verduras y productos integrales, disminuyen significativamente los niveles de colesterol en sangre, uno de los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular
Las investigaciones también resaltan las propiedades cardioprotectoras del ácido graso omega-3, que -según señala la cardióloga Regina Dalmau- “contribuye a reducir los triglicéridos y la proporción de partículas de colesterol LDL densas y pequeñas, que son las que más favorecen la ateroesclerosis». «Los ácidos omega 3 tienen propiedades antitrombóticas, antiarrítmicas y antiinflamatorias que, sin duda, contribuyen también a mejorar la prevención cardiovascular”, subraya
Según un artículo publicado en Revista Española de Cardiología (REC), en el que se dieron a conocer los resultados del Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular (ENRICA), más de un 46,7% de la población española sufre hipercolesterolemia y sólo la mitad sabe que la padece. Addmás, 28.000 personas mueren cada año en España debido a la obesidad y el sobrepeso, como refleja un estudio de diversos departamentos de Medicina Interna de hospitales españoles, publicado también en la misma revista.
Ante estos datos, la FEC quiere recordar que siguiendo un estilo de vida más saludable se pueden llegar a prevenir hasta el 90% de los infartos y la importancia de mantener una alimentación equilibrada, basada en la dieta mediterránea, como un elemento esencial para la prevención de enfermedades relacionadas con el corazón.
En concreto, recomienda combinar la práctica de ejercicio físico regular con la reducción del consumo de aquellos alimentos que hacen aumentar los niveles de colesterol, como el cerdo, la ternera o el cordero, así como evitar tomar lácteos no desnatados, mantequilla, bollería industrial, alimentos precocinados o snacks; y priorizar el consumo de grasas poliinsaturadas, como el pescado (rico en omega-3), ave o conejo, frutos secos, y monoinsaturadas, como el aceite de oliva.