La Finca de Jiménez Barbero, explotación ganadera referente en carnes gourmet, ha lanzado una nueva gama de productos precocinados, ‘Deli Food Series’, con los que puedes disfrutar en casa de ‘la carne de la felicidad’.
Estos platos, que son el resultado del I+D desarrollado en los últimos meses en La Finca, han sido elaborados por los chefs Julio Reoyo y Javier Estévez, a partir de cortes menos conocidos de la ternera.
La nueva serie de productos –una delicia para los amantes de la carne– está dirigida tanto al consumidor final como a los profesionales del sector hostelero.
Incluye desde un cremoso paté de ternera a elaboraciones más sofisticadas como el costillar de ternera, que se presenta en una pieza única cocinada a baja temperatura durante más de ocho horas en su propio jugo.
También cuenta con carrilladas de ternera en su jugo, jarrete de ternera asado, roast beef de ternera asado, lengua de ternera en escabeche, albóndigas en pepitoria, mollejas confitadas o morro de ternera guisado con patatas.
La Finca de Jiménez Barbero es un proyecto de agroturismo puesto en marcha por los hermanos David y Álvaro Jiménez Barbero. Cuenta con una explotación de vacuno de 500 hectáreas, abierta al público, en la que los animales viven en libertad, perfectamente cuidados y atendidos.
«La carne de la felicidad»!!! ¿Nos podrían por favor mostrar estos hermanos o el periodista que ha realizado el artículo las caras de felicidad de los animales que están «perfectamente cuidados y atendidos» cuando con tan sólo unos pocos años de vida se les monta en el camión que les lleva al matadero? Sin contar con el sufrimiento consecuente del matadero; animo a todas las personas que están leyendo el artículo, a que se den una vuelta por algunos de estos sitios espeluznantes, la entrad es gratis y el acceso bastante fácil. Esta carne (que no hay que olvidar ha salido de un animal vivo, que tiene una esperanza natural de vida de 20 años, pero que al que para hacer un «filete feliz» se mata a los 4 como mucho), está modificada genéticamente. El 100 por cien de los animales asesinados para hacer «carne» están modificados genéticamente para que crezcan más rápido. Lo dicho, carne feliz.
yo he probado esa carne. y:
1. tiene un exceso de grasa al corte
2. Es extraordinariamente seca y sin sabor al comerla. realmente parece estropajo.
3. es tremendamente cara. se paga de sobra la publicidad que le están dando
4. tiene un color rosado completamente antinatural
5. tanto en calidad como en precio, no le llega a la suela del zapato a la ternera gallega que vende EL CORTE INGLÉS. y no tengo nada que ver con estos grandes almacenes, simplemente decir que ambas se venden en el mismo sitio y yo personalmente he consumido las dos.
Menuda estafa. Cantidad mísera a precio desorbitado. Y calidad muy mediocre. Demostrado está que hay que fijarse poco de los que, con aires de exclusividad, esconden el producto con tanto envase. De gourmet desde luego no tiene nada.