La mayoría sabemos preparar un gazpacho o un pulpo a la gallega, pero si nos enseñan algún truco que nos ayude a que estos platos tan veraniegos nos salgan mejor o sean más atrevidos, mucho mejor. La Guía Repsol nos acerca cinco platos y cinco cócteles fáciles de preparar con las recetas de cocineros galardonados con Soles Repsol, que aportan sus secretos para dar un toque especial a cada creación. Por ejemplo, el secreto de un restaurante de Galapagar (Madrid) es congelar el gazpacho a modo de flash, con lo que se consigue un «flashpacho».
En la Guía se pueden ver las recetas paso a paso y profundizar en las regiones que han popularizado cada uno de los platos y cócteles. Se incluyen interesantes rutas turísticas y recomendaciones gastronómicas en torno a estos platos
Pipirrana. Es uno de los platos de la cocina manchega más apetecibles cuando aprieta el calor. Esta conocida ensalada elaborada a base de cebolla, tomate, pimiento verde y pepino es muy digestiva y ligera. El restaurante Calima (Marbella, Málaga), con tres soles Repsol, propone utilizar la pipirrana como relleno para otras recetas.
Gazpacho. Sin duda, la sopa fría más conocida universalmente y uno de los mejores representantes de la cocina mediterránea. El restaurante A Fuego Lento (Galapagar, Madrid), recomendado por la Guía Repsol, lo sirve congelado, como si fuera un polo flash, bajo la denominación de “Flashpacho”. Un truco fresco para consumir esta receta llena de vitaminas.
Ajoblanco. Ésta es una de las propuestas más agradecidas cuando los termómetros no dejan de subir. A base de agua bien fría, combinada con la miga de pan y el vinagre, aporta una inyección de frescura sin rival. El Restaurante José Carlos García (Málaga), con dos soles Repsol, recomienda sustituir el agua por zumo de naranja. Además, explica que las naranjas no deben ser demasiado dulces, para cuidar el punto de vinagre. De este modo se consigue un sabor mucho más intenso.
Salmorejo. El salmorejo es otra de las cremas frías que más popularidad ha ido ganando hasta convertirse en protagonista de las mesas españolas durante los meses estivales. Kisko García, del restaurante Choco (Córdoba), con dos soles Repsol, sorprende acompañándolo con una coca de anchoas para potenciar los aromas.
Pulpo a la gallega. Se trata de uno de los platos más representativos de la gastronomía gallega que se ha popularizado por toda la geografía española. Flavio Morganti, del restaurante Galileo (Santa Baia, Ourense), con dos soles Repsol, aconseja cocer el pulpo en aceite Aouris y servirlo con cuatro vinos diferentes de Do de Ourense. Solo así consigue que el pulpo quede en su punto.
Gin Tonic. Es a todas luces el combinado de moda y su pódium parece imbatible. Pedro Subijana, del restaurante Akelarre (Donostia, Guipuzkoa), con tres soles Repsol, se atreve a añadirle gelatina para servir el Gin Tonic en plato en lugar de en vaso.
Mojito. Este combinado cubano se ha convertido en un clásico de las noches de verano. Diego Cabrera, del restaurante Le Cabrera (Madrid), recomendado por la Guía Repsol, invita a utilizar no solo la hoja de la hierbabuena, sino también el tallo, ya que de este modo se extrae todo su jugo aportando un sabor mucho más intenso. Otro truco indispensable es utilizar hielo partido.
Piña Colada. Es el cóctel por antonomasia para los amantes del dulce, a base de ron, piña y crema de coco, el ingrediente estrella que le aporta su característico color. En el restaurante Can Bosch (Cambrils, Tarragona), con dos soles Repsol, lo sirven como pre-postre. Un buen truco para aligerar la comida y prepararse para el último plato.
Caipirinha. El símbolo de Brasil es este cóctel de cachaca, lima y azúcar. En La Terraza del Casino, con tres soles Repsol, Paco Roncero nos sorprende con su Caipirinha Nitro. Una vez elaborada la mete en el congelador y tritura la mezcla cada diez minutos. ¡Muy refrescante para el verano!
Margarita. Este cóctel mejicano es imprescindible en cualquier fiesta veraniega. Carles Roca, el barman del restaurante Punto MX (Madrid), con un sol Repsol, considera fundamental contar con una materia prima excelente, de lo que dependerá, en gran medida, que el resultado final sea un éxito.