Consumir al día dos porciones de pan, lo que equivale a 70 gramos cada una, preferiblemente cuanto más integrales mejor, dentro de una dieta saludable ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, según el doctor Rafael Llorach Asunción, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y miembro de la campaña ‘Pan cada día’. Las personas que comen pan diariamente, sea blanco o integral, «presentan menores niveles de colesterol malo y mayores de colesterol bueno y tienen un perfil lipídico mucho más saludable que las personas que no comen pan con frecuencia».
En este sentido, explicó que el pan blanco no es malo y tiene muchos nutrientes, pero que las personas que tienen dieta rica en fibra cereal «tienen una reducción en el riesgo de padecer patologías como la diabetes». Llorach destaca que la fibra «hace que el azúcar entre más despacio» al organismo y no se produzcan picos, pero advierte de que este consumo de pan debe realizarse dentro de una dieta equilibrada y suprimirse si se adquieren carbohidratos a través de otros alimentos.
Para llegar a estas conclusiones, investigadores de la Universidad de Barcelona realizaron un estudio observacional en una población de edad avanzada con alto riesgo cardiovascular. En la investigación, preguntaron a 275 personas sobre su consumo diario de pan y se englobaron en cinco grupos diferentes: no consumidores de pan, alimentados esporádicamente con pan blanco, que ingieren de vez en cuando pan integral, que comen habitualmente pan blanco y consumidoras frecuentes de integral, y se analizó su perfil lipídico, el metabolismo de la glucosa y la inflamación de los participantes.
Según Llorach, autor principal de este trabajo, el pan no hace aumentar el peso, ni con enfermedades como la obesidad, sino que su consumo está asociado al de otros alimentos saludables, como el aceite de oliva virgen. En esta línea, sostiene que «antes el aceite estaba perseguido, ahora es pecado no tomarlo», por lo que este experto no sentencia ni a la miga del pan, que «no tiene diferencias» con la parte exterior del mismo; ni al pan de molde, que «se puede adaptar a la dieta».
«El pan es fuente de fibra para la salud», afirma este especialista, quien, tras reconocer que las dietas tienen éxito en función de los genes, la conducta y el ambiente, subraya que «se produce un mayor abandono de las mismas si no tienen pan».