No dormir durante las horas tradicionales de sueño, es decir, por la noche, eleva la propensión a comer comida basura. Así concluye un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, publicado en la revista ‘Nature Communications’.
Tras estudiar las regiones del cerebro que controlan la elección de alimentos, estos científicos revelan que esa falta de horas de sueño por la noche incrementa las posibilidades de tener ganas de ingerir comida rápida en lugar de tomar cereales integrales o fruta.
Mediante imágenes de resonancia magnética funcional de 23 adultos jóvenes con buen estado de salud, han comprobado la situación tras una noche de sueño y otra de insomnio, viendo que afecta al lóbulo frontal del cerebro, que es el que regula la toma de decisiones. También detectaron un aumento de la actividad en los centros cerebrales más profundos, los cuales «responden a las recompensas».
A ello se añade el hecho de que los participantes «se mostraron partidarios de aperitivos poco saludables y de alimentos basura», según los investigadores. El doctor Matthew Walker, profesor de Psicología y Neurociencia en la Universidad de California, explica que las regiones cerebrales necesarias para ejercer juicios complejos «se embotan por la falta de sueño», mientras que las estructuras primarias que controlan la motivación y el deseo «se amplifican».
«Esta combinación de la actividad cerebral alterada y la toma de decisiones puede ayudar a explicar el hecho de que las personas que duermen menos tienden a tener sobrepeso u obesidad«, concluye el también autor principal de la investigación.