Este viernes, 18 de mayo, se inaugurará la XIII edición de la Feria de la Anchoa y la Conserva de Cantabria en Santoña, localidad que se convertirá hasta el domingo en el gran escaparate mundial de este manjar. En el certamen se darán cita 14 conserveras con sus respectivos stands y se desarrollarán catas, conferencias, talleres artesanales y clases magistrales de importantes cocineros cántabros, que utilizarán la anchoa como ingrediente principal de sus platos.
Durante la presentación del certamen, la alcaldesa de Santoña, Milagros Rozadilla destacó, entre las actividades programadas a lo largo de estos tres días, los talleres artesanales, en los que miembros de la Cofradía de la Anchoa ofrecerán al visitante todos los detalles sobre el proceso de elaboración que da lugar al cotizado producto final.
Asimismo, en las aulas de cocina, afamados cocineros de esta Comunidad, algunos de ellos en posesión de la estrella Michelin, mostrarán el potencial gastronómico de la anchoa. La regidora municipal apostó por continuar celebrando la feria en Santoña, ya que esta localidad es conocida mundialmente por la excelente calidad de sus anchoas.
Según dijo, la pesca costera de este pescado «facilita la supervivencia, a lo largo del año, de los alrededor de 200 pescadores santoñeses que faenan en ocho barcos». La pesca de la anchoa también influye en otros sectores, como el de los conserveros, y «tiene también un efecto dinamizador en el comercio y la hostelería».
En sucesivas ediciones, la Feria de la Anchoa y la Conserva de Cantabria ha crecido en tamaño, variedad de contenidos y afluencia de público, y este año no iba a ser menos: una de las conserveras participantes debuta en esta XIII edición. Las excelencias y atractivos del «filete de anchoa», su elaboración, la tradición que tiene detrás este preciado bocado y el futuro del mismo son los temas sobre los que girará el certamen.
Durante la presentación de la Feria, la consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Cantabria, Blanca Martínez, indicó que el Gobierno de esta autonomía trabaja con intensidad en dos ámbitos: por una parte, estudia la creación de una marca colectiva de la anchoa amparada por uno de los sellos de la Oficina de Calidad Alimentaria.
Por otra, trabaja en la implantación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Anchoa del Cantábrico, en cuyo proceso están implicadas las Comunidades Autónomas bañadas por el mar Cantábrico y Francia. “O, como suele decirse, de Bayona a Bayona», agregó. A su juicio, la excelencia de los productos ya la tienen y sólo faltarían “instrumentos adecuados para llegar al consumidor”.