Los espetos de sardinas, una maravilla para disfrutar al aire libre, sobre todo en la playa / JC Morales
Sardinas asadas, una maravilla para disfrutar al aire libre, sobre todo en la playa / JC Morales

Las elevadas temperaturas del verano multiplican nuestras actividades al aire libre, y a todos nos gusta, si tenemos la posibilidad, de comer o cenar al fresco disfrutando de una barbacoa, parrillada o picnic.

Pero hay que tener mucho cuidado porque, según recuerda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, las altas temperaturas favorecen también el crecimiento de bacterias en los alimentos.

Las bacterias también van de picnic y por ello, en verano más que nunca, es imprescindible seguir unos consejos para que los alimentos sean seguros cuando los consumimos al aire libre:

1. Mantener una higiene adecuada. Es necesario lavarse las manos con agua limpia y jabón antes de manipular alimentos, y después de tocar alimentos crudos.

Si al lugar donde vamos no dispone de fuentes de agua potable, hay que asegurarse de llevar una botella con agua para poder lavarse las manos, y secarlas preferiblemente con un paño de un solo uso.

2. Evitar la contaminación cruzada de alimentos. Al preparar o manipular alimentos, es necesario separar los crudos de los ya cocinados o listos para el consumo, así como usar platos, cuchillos o tenedores distintos.

3. Lavar frutas y verduras antes de consumirlas. Hay que limpiar adecuadamente todas las frutas y verduras, incluso aquellas con corteza no comestible o que vayamos a pelar.

4. No usar alimentos que contengan huevo crudo. Cuando comamos al aire libre es conveniente evitar mayonesas y salsas con huevo. Si hacemos una tortilla, es recomendable cuajarla bien y conservarla en la nevera hasta que salgas de casa.

5. Mantener los alimentos en el frigorífico antes de salir. Si llevas alimentos cocinados, debes mantenerlos en frigorífico hasta última hora, y luego pasarlos a una nevera portátil.

6. Utilizar recipientes adecuados para cada alimento. Si llevas alimentos crudos, conviene separarlos de los ya cocinados y evitar que si desprenden líquidos puedan contaminar otros productos.

7. Conservar la cadena del frío. Antes de salir de casa hay que guardar en una nevera portátil los alimentos que necesiten frío. Es mejor utilizar acumuladores de frío en la nevera que cubitos de hielo, porque no conviene que el agua derretida entre en contacto directo con los alimentos.

La nevera portátil debe estar a la sombra, y mantener en ella los alimentos antes del cocinado o su consumo.

8. A la hora de hacer una barbacoa, utilizar maderas adecuadas. Si haces una barbacoa (siempre asegurándose de que sea un lugar autorizado), hay que usar maderas preferiblemente no resinosas, de primer uso, y sin restos de barnices ni pinturas.

9. Cocinar bien carnes y pescados. La carne y el pescado que se van a cocinar al aire libre deben permanecer en la nevera portátil hasta que las brasas estén preparadas.

Hay que tener cuidado con no quemar demasiado la carne, porque pueden aparecer sustancias con efectos cancerígenos. ¡Churruscado no significa bien hecho!

Los alimentos pueden no estar adecuadamente cocinados en su interior. Deben tener un color uniforme en toda su superficie. Si es necesario, conviene hacer pequeños cortes para comprobar el cocinado.

10. Usar distintas pinzas y bandejas. Cuando hagas una barbacoa, hay que evitar utilizar las mismas pinzas, bandejas o cuchillos para los alimentos crudos y cocinados.

Y una vez seguidos estos consejos, el último y fundamental: disfrutar de la comida al aire libre. ¡Buen provecho!

 

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