El jamón ibérico es, sin duda, uno de los protagonistas de la gastronomía española, en especial durante la Navidad. Muchas personas que, por lo general, compran el jamón en pequeñas cantidades durante el resto del año tienen, entre sus tradiciones navideñas, adquirir una pata completa, sin olvidar a todos aquellos que reciben tan especial obsequio dentro en el marco de regalos de empresa y cestas navideñas.

Lo primero, sobre todo si no solemos comprar jamones enteros y no somos muy diestros con el cuchillo jamonero, es tratar de evitar acabar en urgencias por un tajo en una mano. Pero hay otro posible daño a evitar, de esos que duelen en el bolsillo, y no es otro que nos den gato por liebre o, dicho en otras palabras, que el precio que paguemos no se corresponda con la auténtica calidad del producto.

Para estar seguros que estamos eligiendo un auténtico jamón ibérico, desde la empresa de ibéricos Enrique García, que lleva más de 100 años en este negocio, nos comparten cinco claves que definen a los buenos jamones ibéricos. Son las siguientes:

La pezuña negra: una de las características de la raza ibérica es la pezuña negra, por lo que a simple vista ya podemos detectar si estamos frente a un jamón ibérico o no. Existen algunos casos en el que el cerdo ibérico tiene la pezuña blanca, pero no es lo habitual.

Caña estilizada:  otra de las zonas importantes para identificar la calidad de la pieza es que la caña sea estilizada. Los jamones de 100% raza ibérica y 75% raza ibérica, que son los de mayor calidad, tienen la caña más estilizada, y eso significa que su sabor será más intenso.

La curación de la carne: para comprobar la curación de la carne, tendremos que comprobar que la parte de la maza (zona más ancha) y la babilla (zona más estrecha) estén duras.

El tocino suave: el tocino es la grasa que envuelve el jamón, y aunque hay gente que solo se fija en la carne, esta grasa determinará mejor la calidad, y es que, cuanto más suave es, el jamón será de mejor calidad. Se aprecia muy bien si comparamos un jamón de bellota con uno de cebo campo.

Color de la brida: la brida es el DNI del jamón. En ella podemos encontrar toda la información sobre el porcentaje de raza ibérica y la alimentación del cerdo que nos indicarán la calidad del producto. Además, solo los productos ibéricos llevan brida lo cual hace más fácil reconocer de primeras cuáles son de mayor calidad.

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