Tortellone in masa verde relleno de gambas y salmón / JC Morales
Tortellone in masa verde relleno de gambas y salmón / JC Morales

Restaurantes italianos hay muchísimos, no sólo en España sino en prácticamente todos los lugares del mundo. En cualquier país al que viajes, por muy exótico que resulte, es complicado no encontrarte con un oriental sacando fotos o con una pizzería para sacarte de un apuro. Ahora bien, la pasta deja mucho que desear en la mayor parte de restaurantes italianos. No es el caso de Casa Mia Italia, en Alicante, un lugar auténtico donde puedes disfrutar de la ‘vera cucina italiana’.

Andrea es el artífice de esta ‘pequeña Italia alicantina’. Junto a su esposa Bárbara (que no sale de la cocina), él es el propietario, camarero, cocinero y hasta ‘la carta’ de esta pequeña trattoria, en la que desde que entras te sientes como en casa y como en Italia al mismo tiempo.

Antes de llegar al comedor, te puedes encontrar a los hijos de Andrea y Bárbara al lado de la barra, viendo la tele o haciendo los deberes. Cuando pasas a la sala, hay siete meses, con manteles de cuadro, en un ambiente familiar y casero.

Andrea te acomoda y te explica cómo funciona todo en su casa. ‘Yo soy la carta’, comienza para sacarte una sonrisa. Cada día hacen cuatro o cinco platos de pasta (todo fresco). Tortellone in masa verde relleno de requesón, gambas y salmón; tagliatella con requesón y tomate; raviolo verde relleno de requesón y gorgonzola con aceite de trufa blanca y nueces ralladas…

Raviolo verde relleno de requesón con aceite de trufa blanca y nuez rallada / JC Morales
Raviolo verde relleno de requesón con aceite de trufa blanca y nuez rallada / JC Morales

Mientras preparan los platos, te da a probar varios entrantes, entre ellos un queso parmigiano con vinagre de Módena para chuparse los dedos (Andrea, natural de Módena, presume de que el vinagre es de su familia).

Cuando Andrea te cuenta los ingredientes de cada plato      que te sirve, el resto de comensales de otras mesas participan en la conversación, como si los conocieras de toda la vida, y resaltan aún más las excelencias de lo que vas a degustar. Y aciertan, porque cada uno de los platos tiene algo especial que te lleva a viajar con la mente a la ‘Bella Italia’.

Y si la pasta es realmente deliciosa, los postres no se quedan cortos. Como no podía ser de otra manera, todo casero, como una Pannacotta con fresa y vinagre balsámico (y un ingrediente secreto que le da un color amarillento), una tarta de requesón y nutella, salami de chocolate (simplemente espectacular) o un tiramisú de limón mejor incluso que el tema del maestro Sabina del mismo nombre.

Pannacotta con fresa y vinagre balsámico / JC Morales
Pannacotta con fresa y vinagre balsámico / JC Morales

Eso sí, no esperes comer pizza en Casa Mia Italia… salvo que te enrolles a hablar con Andrea y le encargues una para cenar al día siguiente (como las que hace a sus hijos). Sorprendentes pizzas con espárragos verdes y panceta, o con salchicha, que te dejen totalmente satisfecho y con ganas de regresar algún día.

Por si fuera poco, el precio es muy asequible para los tiempos que corren: 20 euros por persona, incluido vino, postres y el IVA.

 

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