Uno de los stands de la feria Foccus Bilbao celebrada esta semana. / Juan Carlos Morales

Bajar los precios, hacer campañas ingeniosas o desaparecer. Esa parece ser la encrucijada en la que se encuentran muchas marcas, cadenas de hostelería y numerosas pymes. La bajada de ingresos por culpa de la crisis en la que estamos inmersos ha provocado que las empresas tengan que reinventarse, ofreciendo nuevos productos. Pero siempre a menor precio.

“Me da la sensación de que hasta ahora nos estaban engañando. Hay cosas que las han dejado a mitad de precio y aun así siguen ganando dinero”,  comentaba hace poco a Ag una crítica gastronómica. Y es la sensación que tenemos todos, aunque se agradece que existan empresas que hayan decidido poner los pies en el suelo y, tras percatarse de la realidad de la sociedad española –la tasa de paro del 25% no es un cuento chino-, actuar en consecuencia.

Apuestas como la de la cadena de cervecerías La Sureña muestran que cobrando mucho menos se puede seguir ganando dinero. Su cubo de cinco botellines de Mahou a 3 euros y sus establecimientos siempre llenos de un público eminentemente joven son la prueba fehaciente de que abaratando los precios hay negocio. La cadena no hace otra cosa que expandirse y, como era de esperar, ya han surgido imitadores y algunos bares ofrecen ofertas similares en el centro de Madrid.

El sector del vino también está viviendo su particular crisis y empresas como Bodegas Riojanas llevan ya unos años tratando de acercar su producto a todo el mundo con diversas promociones. Una de ellas es la llevada a cabo junto al diario El País, que lanzaron el año pasado y que, debido al éxito, han repetido recientemente. La oferta consiste en que si eres lector de este periódico, por apenas 20 euros te puedes llevar seis reservas de sus marcas Viña Albina, Gran Albina y Monte Real.

Un representante de esta bodega señaló a Ag en la pasada feria Foccus Bilbao que la apuesta de la bodega, y más en estos tiempos, es clara: “Queremos que nos conozca el mayor número de personas posible. Y con acciones de este tipo lo conseguimos”.

El País y otros diarios como ABC han ofertado en varias ocasiones un carro de la compra gratis, siempre que se rellene la cartilla con los cupones que vienen diariamente en el periódico. Aunque esta oferta es también un contraataque de las primeras marcas ante la herida en sus cuentas de resultados que están provocando las marcas blancas de los grandes hipermercados.

De esta forma, firmas emblemáticas como Pascual, Skip, Coca-Cola, Heinz, Marcilla o Bimbo, entre otras, se han unido para intentar volver a fidelizar al cliente con estas marcas “de toda la vida” a través de promociones de este tipo e incluso anuncios en televisión con el eslogan “Primeras marcas: la calidad nos une a ti”. Lo que no es óbice para que muchas de ellas hayan tenido que ajustar precios ante la brusca bajada de ingresos con la crisis.

Y luego están las empresas de cupones descuento como Groupon, las grandes triunfadoras en esta crisis, con rebajas en todo tipo de establecimientos de hasta el 70%. O las especializadas en el sector gastronómico, como El Tenedor, en cuya web puedes encontrar más de 5.500 restaurantes y ofertas para más de 1.000 siempre que reserves a través de su portal.

Aunque el ingenio ante la crisis no consiste únicamente en bajar precios y ya está. Hace poco nos hacíamos eco de una original iniciativa de un restaurante de Teruel, que sorteaba un camión valorado en 100.000 euros. Todo aquel que pase por el restaurante puede comprar una de las 34.000 papeletas del sorteo y el que se haga una foto con el camión, situado en la pueta del restaurante, y la comparta en el muro de Iveco de Facebook, recibirá una maqueta a escala.

Y es que, como indicó Juantxo Llantada, responsable de Promoción Turística de la Comunidad Valenciana, en el I Congreso de Turismo Enogastronómico celebrado en Bilbao, las redes sociales son imprescindibles para promocionar tu negocio, interactuar con los clientes y dar respuesta a las críticas negativas que siempre van a existir.

Sin embargo, quiso poner un ejemplo de desparpajo ante un mundo dominado por internet que a veces parece perder la perspectiva de lo que de verdad es importante. Se trataba de la imagen de la fachada de un restaurante valenciano con una pizarra en la que se podía leer: “No tenemos wi-fi, pero tenemos un vermouth de Reus buenísimo”. Ya se sabe, ante la crisis: bajada de precios e ingenio. Mucho ingenio.

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