La producción del vino en algunas provincias españolas está entre las cosas que podrían desaparecer con el tiempo al aumentar las poblaciones de especies invasoras y disminuir los recursos hídricos a causa del deshielo del Ártico por el cambio climático y la explotación petrolífera en estas aguas, según alertó este miércoles Greenpeace. Además de algunos vinos, peligran los alcornoques de las dehesas extremeñas, el hábitat del oso pardo y las estaciones de esquí.
Estos pronósticos se recogen en el informe ‘El Ártico y los efectos del cambio climático en España’, que ha presentado la organización no gubernamental (ONG) para lanzar su campaña ‘Salvar el Ártico es salvar mucho más’, en la que se muestran los efectos que la desaparición del hielo polar podrían provocar en España pese a que está a 5.000 kilómetros de distancia. Entre los impactos más «catastróficos» del cambio climático a causa del deshielo ártico, figuran el aumento de precipitaciones, el déficit hídrico y el aumento de incendios e inundaciones.
Por ello, el documento refleja los impactos que esto tendrá en algunos sectores económicos, como la agricultura o la ganadería a causa del déficit de agua, entre lo que destaca los efectos en la producción de vinos, de los que España es el tercer productor a nivel mundial. También resultarían afectados otros sectores como el turismo de interior, el de las costas o el turismo de nieve, que, entre otras cosas, promueven el consumo gastronómico en nuestro país.