Fundado en 1725, Botín es el restaurante más antiguo del mundo
Fundado en 1725, Botín es el restaurante más antiguo del mundo

  Madrid cuenta con un buen número de restaurantes y tabernas centenarios, que aúnan tradición y buen gusto por la comida castiza y que han superado con éxito el paso del tiempo. Sus fogones llevan más de cien años preparando los platos típicos de la ciudad, desde el tradicional cocido madrileño hasta los callos, mollejas, asados, tortilla de patatas o los soldaditos de Pavía, entre otras delicias. Y como los buenos vinos, estos establecimientos llenos de historia (y de historias) mejoran con los años, consolidándose como lugares de culto o santuarios para los amantes de la gastronomía. Entrar en estos restaurantes es como viajar al pasado, pues muchos de ellos mantienen veladores de mármol, madera oscura o bancos corridos por los que han pasado los más famosos políticos, reyes, nobles, escritores, pintores y artistas de la Villa y Corte. Actualidad Gastronómica ha elaborado una lista de estos restaurantes centenarios, que merecen la pena ser conocidos:

Bodega de Casa Pedro, antigua casa de postas
Bodega de Casa Pedro, antigua casa de postas

– Casa Pedro (c/ Nuestra Señora de Valverde, 119): Fundado en 1702 como Casa La Pascuala, era una casa de postas frecuentada por ganaderos y arrieros que viajaban por la antigua carretera de Francia (actual A-1). Tomó su actual nombre en 1940. Este establecimiento, situado en el barrio de Fuencarral, ha vivido innumerables historias, pero su cocina se mantiene inalterable. Destacan sus corderos y cochinillos asados, conejos, mollejas de cordero y manitas de cerdo guisadas. En las paredes del restaurante se encuentran las firmas de personajes como el Rey don Juan Carlos, Luis Buñuel, Sofía Loren, Alain Delon, Sara Montiel o Antonio Molina, así como de toreros, políticos, empresarios y periodistas de reconocido prestigio. – Botín (c/ Cuchilleros, 17): Abrió sus puertas en 1725 y, según el Libro Guinness de los Récords, está considerado el restaurante más antiguo del mundo. Situado junto a la Plaza Mayor, su especialidad es el cochinillo y el cordero, asados en horno de leña antiguo. Este restaurante aparece en numerosas obras literarias, desde Benito Pérez Galdós, Ramón Gómez de la Serna o Carlos Arniches, hasta Ernest Hemingway o Graham Greene. – Casa Alberto (c/ Huertas, 18): Fundada en 1827 en el edificio donde vivió Miguel de Cervantes, conserva recuerdos cervantinos y fotos taurinas en sus paredes. Mantiene recetas tradicionales de la cocina madrileña, como su cocido, callos, rabo de toro, manitas de cordero, bacalao, albóndigas de ternera y sus clásicos platos de cuchara.

Salón Japonés de Lhardy, por donde pasaron famosos cortesanos y aristócratas
Salón Japonés de Lhardy, por donde pasaron famosos cortesanos y aristócratas

– Lhardy (c/ Carrera de San Jerónimo, 8): Su nombre va asociado a la historia, conservando un ambiente aristocrático y cortesano. Desde 1839, ha dado de comer a personajes ilustres como los reyes Isabel II y Alfonso XII (quien muchas veces acudía de incógnito), y en este establecimiento se fraguaron conspiraciones políticas durante la República y la Dictadura. Sus salones forman parte de un auténtico museo gastronómico, y también aparece en las obras literarias de Galdós, Azorín, Mariano de Cavia o Ramón Gómez de la Serna. Emblema de calidad y representante de la alta cocina española e internacional, su gastronomía nunca pasa de moda, y el cocido de Lhardy es el más famoso de Madrid. – Taberna Oliveros (c/ San Millán, 4): Fundada en 1857, mantiene la decoración de entonces, con su barra de lebrillo y azulejos en relieve de la Cartuja de Sevilla. Sigue la tradición que la hizo popular, con los genuinos sabores de su cocido madrileño, los callos y los soldaditos de Pavía (bacalao rebozado), así como una magnífica carta de postres caseros.

Fachada de Casa Labra, conocido como el bar del bacalao
Fachada de Casa Labra, conocido como el bar del bacalao

– Casa Labra (c/ Tetuán, 12): Conocido popularmente como el Bar del Bacalao, esta taberna restaurante se halla junto a El Corte Inglés de Sol, y es frecuentado a diario por multitud de madrileños y turistas para probar sus frituras y croquetas de bacalao. Se inauguró en 1860, mantiene la decoración original y, desde entonces, se ha consagrado como uno de los lugares típicos de tapeo de la ciudad. Se puede comer de pie y llevarte las tajadas de bacalao y las croquetas para comer en casa. Esta taberna fue protagonista de la fundación, por parte de Pablo Iglesias, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) el 2 de mayo de 1879, algo que recuerda una placa en el local.

Cocido de La Bola, en pucheros de barro individuales
Cocido de La Bola, en pucheros de barro individuales

– La Bola (c/ Bola, 5): Situado muy cerca del Senado, fue fundado en 1870 y mantienen su estético original. Su plato estrella es el cocido madrileño, cocinado como antaño, a fuego lento y con carbón de encina, y servido en pucheros de barro individuales. Cuentan los periódicos de la época que cuando se fundó, el establecimiento servía tres tipos de cocido: a las doce del mediodía (el de 1,15 pesetas), para obreros y empleados; a la una de la tarde (el de 1,25 pesetas), con gallina, el preferido de los estudiantes; y a partir de las dos, con carne y tocino, elegido por senadores y periodistas. – Casa Ciriaco (c/ Mayor, 84): En pleno Madrid de los Austrias se encuentra este restaurante típico castellano, que desde 1887 conserva una cocina casera y un ambiente acogedor que te hace sentir como en tu propia casa. Es famosa su gallina en pepitoria, su cocido de dos vuelcos, los callos y las truchas y perdices escabechadas.

El Café Gijón fue famoso por sus tertulias literarias
El Café Gijón fue famoso por sus tertulias literarias

– Café Gijón (Paseo de Recoletos, 21): Nacido en 1888, el Gran Café Gijón siempre ha estado ligado a la cultura literaria de la capital, con sus famosas tertulias a las que acudían los intelectuales de la época y que se mantuvieron con el paso de los años. Además de su ambiente literario, el establecimiento cuenta con una variada carta encabezada por las fabes con almejas y el bacalao al pil pil. – Bodega de La Ardosa (c/ Colón, 13): Fundada en 1892, está acreditada como una de las mejores cervecerías de España, y cuenta con el grifo más antiguo de Madrid de cerveza Guinness. También es famoso su vermú de Reus y tapas típicas de oreja frita, tortilla de patatas, croquetas y marisco en conserva. – Los Galayos (c/ Botoneras, 5): Abrió sus puertas en la esquina de la Plaza Mayor en 1894, y se convirtió en lugar de encuentro de escritores pertenecientes a la Generación del 27 que, entre tertulia y tertulia, degustaban guisos castellanos. En la actualidad sigue ofreciendo una cocina castellana de calidad, donde se conjugan platos modernos y tradicionales, y su plato estrella es el cochinillo asado.

Carteles taurinos en Madrid, en pleno corazón de El Rastro
Carteles taurinos en Malacatín, en pleno corazón de El Rastro

– Taberna Malacatín (c/ Ruda, 5): Nació en 1895 en el corazón de El Rastro, y mantiene un estilo castizo inigualable, con una decoración marcada por los carteles taurinos. Su cocido madrileño es un auténtico placer para el paladar, así como sus tapas de pringá del cocido, callos, bonito con pisto y bacalao con tomate, entre otras. – La Casa del Abuelo (c/ Victoria, 12): Fundada en 1906, es una taberna tradicional que ha ido enseñando a miles de españoles y extranjeros la cultura de la tapa. Situada en el centro de la villa, es lugar de encuentro de clientes de todas las edades que degustan productos naturales basados en la gamba, el langostino y el mejor vino dulce de Madrid.

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