Darío Barrio, tras practicar un salto el pasado 26 de mayo, en una imagen extraída de su cuenta de Twitter.
Darío Barrio, tras practicar un salto el pasado 26 de mayo, en una imagen extraída de su cuenta de Twitter.

El chef madrileño Darío Barrio (1972) falleció a última hora de la tarde de este viernes presumiblemente tras no abrirse el paracaídas que utilizaba mientras estaba practicando salto base en la localidad jienense de Segura de la Sierra. Gran aficionado al salto base, que consiste en lanzarse al vacío con paracaídades desde una base fija y no desde un avión, el chef llevaba unos días en la localidad practicando esta disciplina deportiva. Sin ir más lejos el pasado 26 de mayo colgó a través de su cuente de Twitter distintas imágenes sobre los saltos que estaba llevando a cabo.

Al parecer Barrio estaba participando en un espectáculo de salto base desde el Castillo de Segura de la Sierra, la XV edición del Festival Internacional del Aire (FIA) El Yelmo, en el que se rendía homenaje a Álvaro Bultó, que falleció en agosto del pasado año mientras practicaba también salto base con traje de alas en los Alpes suizos, según informaron ayer a varios medios fuentes de la organización y del Servicio Coordinado de Emergencias 112 de Andalucía.

Barrio saltó a la fama por haber realizado la primera etapa del programa de televisión Todos contra el chef de Cuatro, era propietario del afamado restaurante Dassa Bassa y había sido galardonado con varios premios como el Premio Metrópoli al restaurante revelación, el Premio a la Iniciativa Gastronómica, el primer premio del VIII Campeonato de Cocineros de la Comunidad de Madrid y el Premio Aura por la aportación a la gastronomía y el arte de vivir.

 

Comentarios

  1. Una pérdida enorme para la familia y para la cocina española.

    Ojalá la familia encientre consuelo y gana de seguir adelante, ya que se les avecina un duro período de dolor.

  2. vaya lastima de vida desperdiciada por esa tarada del intrépido personalismo inventado…mas vale entregar la vida a una causa noble y culta y dar a nuestra existencia algún valor y a nuestra vida un sentido…cocinar era algo laboral que había que haberle dado más sentido…en todo caso hasta mas ver compañero.

  3. Mas desperdicio de vida es dedicarla a juzgar la vida de los demás.
    Quien no conoce los riesgos de esa actividad? Él seguro que sí, y eligió practicarla. Era su opción, y solo él pagaría sus consecuencias. Murió haciendo lo que le gustaba. No tienes a nadie mejor a quien criticar?

  4. Ya era mayorcito para elegir sus aficiones y sopesar los riesgos de ese deporte. Sin duda era muy consciente de los peligros que entrañaba. Así y todo optó por disfrutar de su pasatiempo favorito. No veo nada criticable en ello.

  5. adiós, sibarita del sufrimiento animal. ¿Cuantas victimas de tu innovación han tenido que ser maltratadas, ejecutadas y descuartizadas para sostener vuestras privilegiadas vidas? ellas y otr@s que si lo tenemos en cuenta no te lloraremos.

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