frutasverduras

La adición de frutas y verduras a la dieta puede ayudar a proteger los riñones de los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) con exceso de acumulación de ácido, según un estudio publicado en ‘Clinical Journal of the American Society of Nephrology’. La alimentación occidental se centra mucho en la ingesta animal y productos de granos, que son muy ácidos y pueden conducir a la

Las dietas occidentales que se basan en los animales y los productos de granos son muy ácidos y pueden conducir a la acidosis metabólica, que se produce cuando el ácido se acumula demasiado en el cuerpo y es una condición muy frecuente en los pacientes con ERC porque los riñones son responsables de eliminar el ácido a través de la orina. La acidosis metabólica puede causar respiración rápida, confusión y letargo, llevando incluso a un shock o la muerte.

La terapia de suplementación alcalina como el bicarbonato se utiliza para tratar a pacientes con ERC con acidosis metabólica severa, pero algo tan simple como añadir a la dieta más frutas y verduras, que contienen álcali, también puede ayudar, según la investigación de Nimrit Goraya y Donald Wesson, del Colegio de Medicina de la Universidad de Texas A & M.

Estos investigadores y sus colegas probaron aleatoriamente en 71 pacientes hipertensos en estadio 4 de enfermedad crónica de riñón la adición de frutas y verduras o un medicamento alcalino oral en la dieta de un año. «Hemos demostrado que con la adición de álcali, como frutas o bicarbonato alcalino inductor y verduras, los pacientes tuvieron una respuesta favorable en la reducción de los marcadores urinarios de lesiones renales«, resumió el doctor Wesson.

A ello, la doctora Goraya añade que las conclusiones de la investigación sugieren que este tipo de intervenciones ayudan a mantener la salud renal en los pacientes con problemas en los riñones. Y en un editorial que acompaña al artículo de la revista de la Sociedad Americana de Nefrología, Muhammad Yaqoob, del Instituto de Investigación William Harvey de Londres cree que el estudio puede tener un impacto limitado en la práctica clínica.

«Un pequeño grupo de pacientes altamente motivados que desean reducir su carga de píldoras a través de modificaciones en la dieta pueden beneficiarse de los resultados de esta investigación. Sin embargo, muchos pacientes tienen dificultades para seguir una dieta rica en frutas y verduras», escribió.

 

 

 

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