Las pajitas comestibles de Sorbos, una de las propuestas más innovadoras del Salón.

Por Eva María Villanueva

Si me pidieran que definiera de forma florida la muestra del Salón de Gourmets no dudaría ni un ápice: la respuesta sería una apabullante zambullida en una exuberante calidad. Sin embargo nos encontramos en un país en el que la calidad está presente en una amplia y extensa variedad de productos y, de esta manera, son muchas las empresas y productores que no quieren dejar de estar en este encuentro anual. No sea que se piense, sin ánimo de propiciar malentendidos, que aquello que venden no tiene la suficiente calidad como para estar en un encuentro de este nivel.

Sin embargo, calidad no siempre es sinónimo de excelencia y la innovación que también se desea incluir entre las características más presentes en el Salón no siempre vaticina en sí misma que el producto se pueda considerar gourmet y deseable por los paladares más exigentes. Se echa en falta la exhibición de productos innovadores entre los stands más visibles, en su mayoría de Comunidades Autónomas, aunque existen estupendas excepciones como la que ofrece el stand de Sorbos, del que hablaremos más adelante.

Como en anteriores ocasiones en este 31 Salón de Gourmets se mezclan marcas internacionales, nacionales y de pequeña producción que llevan decenas de años o acaban de formarse. Entre los distintos stands conviven lo clásico y lo moderno sin dar la sensación de que unos se imponen sobre los otros.

Aunque la organización provee a sus visitantes de espacios específicos para reuniones de negocios, porque no falta detalle entre las posibilidades que ofrece la muestra, haa sido posible ser testigo directo de cómo se realizan al momento conexiones de posibles negocios de distribución de la forma más natural. Da la impresión así de que acudir a esta convocatoria está al alcance de cualquier pequeño empresario y que los réditos bien lo merecen.

Jamón, jamón y más jamón

Sin duda, los ojos se detienen siempre en este preciado producto tan español si bien es verdad que existe una gran representación del sector, lo que es cierto es que parece que detrás de cada nuevo stand nos aguarda un ejemplar de cerdo ibérico, ya sea listo para degustar con su experto cortador trabajando sin prisa pero sin pausa o bien en su representación real ya sea fotografiado en su mejor perfil o incluso disecado y con pelo largo y rizado en su versión más vívida.

El 24 Concurso de Cortadores de Jamón/Dehesa de Extremadura es la actividad más veterana del Salón de Gourmets, este año el ganador ha sido Francisco José Castro (Córdoba) y la final ha contado con la representación femenina de Sandra Fernández (Tarragona).

En una hora y media los cortadores tuvieron que mostrar una destreza que atestiguaban sus más que apetecibles platos de jamón ibérico de punta, maza o babilla. Los jueces valoran aspectos como el estilo, grosor y tamaño de la loncha, la presentación, rendimiento, tanto de la ración como de la pieza, rapidez, limpieza u originalidad.

El aceite de oliva virgen extra es uno de los seguidores más cercanos del jamón en cuanto a presencia más extendida en el Salón y la campaña informativa “¿Peeerdona?”de Aceites de Oliva de España encuentra un espacio más que necesario durante la muestra para informar sobre la necesidad del cumplimiento del uso de envases monodosis o inviolables entre la hostelería y su conocimiento por parte del consumidor.

La campaña protagonizada por nombres tan conocidos como Rossy de Palma, el cocinero Diego Guerrero o Mikel Iturriaga (‘El Comidista’) pone el acento en clave de humor sobre la necesidad de que público y restauradores conozcan, exijan e implanten la normativa existente que supone evitar las aceiteras rellenables para poder disfrutar del mejor aceite de oliva virgen extra. El stand de Aceites de Oliva de España ha recreado un establecimiento hostelero para mostrar a los visitantes cómo se deben presentar correctamente los aceites de oliva en las salas.

De entre los aceites destacamos también en esta edición de la muestra una atractiva oferta de aceites de arbequina gourmet aromatizados con trufa, pimentón, limón, canela y vainilla, ajo, chile o humo que nos presenta BBmotta procedentes de la finca ‘El Risco’ en Guareña (Badajoz). Una variedad la arbequina, suave y fluida en boca, que según nos comentan los responsables de la firma agroalimentaria extremeña, es la que mejor se presta a esta aromatización.

Antes muerta que sencilla

Y como el espectáculo y lo espectacular también van de la mano, el Salón también deja espacio para ser noticia entre los seguidores de la prensa del corazón, los realities y por qué no la música.

En la mañana del primer día de exposición fue posible ver a Manuel Carrasco, concursante de una de las primeras ediciones de ‘Operación Triunfo’ mientras preparaba un pastel de nata con fresas en el Stand de Fresas de Europa con la también popular bloguera Alma Obregón.

El cantante onubense y la repostera, embajadores de la campaña ‘Vive la roja’ para promocionar la fresa y sus cualidades saludables, destilaron risas y buena química entre quienes se pararon a contemplar y admirar cómo preparaban un apetecible postre con esta fruta.

Otra nota de color y divertida la ponían los stands dedicados a las croquetas, sí, parece que este año el mundo de la croqueta ha sufrido una auténtica revolución sin que ‘aparentemente’ nos diéramos cuenta y para el deleite de los asistentes se podían encontrar en todos los pabellones.

Tradición e Innovación práctica: ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?

Cuando se trata de innovar tendemos a pensar en una arriesgada combinación de ingredientes que lleven al paladar a paraísos lejanos o más bien cercanos sin embargo no suele ser habitual encontrar elementos prácticos entre lo novedoso.

Sin embargo, este Salón de Gourmet número 31 ha contado este año con una propuesta que en más de un caso traerá a colación la frase con la que encabezamos este apartado. Me refiero a la propuesta de Sorbos, la idea del emprendedor Víctor Sánchez que ha convertido la pajita de batidos, refrescos cócteles o zumos en una oportunidad de negocio y en una nueva experiencia para el consumidor a través de una opción comestible que permite disfrutar de la bebida por partida doble al saborearla en otro soporte sin olvidar que el medio ambiente también gana al evitarse la creación de más residuos plásticos.

Sorbos produce esta innovadora pajita comestible en una amplia variedad de sabores para contentar a todos los gustos y su inventor nos relata cómo los últimos ocho meses han sido un no parar de muestra en muestra a nivel internacional. Un éxito que no nos extraña en lo más mínimo después de probarlas.

Pero el triunfo de las ideas sencillas aunque cautivadoras también viene representado por apuestas personales que sorprenden por su valentía al emprender y crear empleo desde la cocina de una repostera casera. Y todo empezó porque la tarta de queso de la madre de Cris estaba riquísima y sus amigos la animaron para que todos los granadinos, a un módico precio, pudieran probarla.

Así que la familia de Cris alquiló un pequeño local céntrico en Granada y su madre, profesora retirada ya de la docencia, comenzó a preparar y vender tartas y raciones a los granadinos y en poco tiempo a media España y de ahí a tener presencia en el 31 Salón de Gourmets.

La tarta de la madre de Cris, bajo esta marca así sin más y cómo no se comercializa el producto, puedo asegurarles que está como las que mejor salen en la casa materna y a pesar de producirse en mayores cantidades que aquellas preparadas para los amigos de su hija, no deja de tener un envidiable sabor artesanal. Digno producto gourmet para paladares exigentes y de lo más refinados.

Y para terminar vino y chocolate, combinando pasiones

El 22 Túnel del vino bajo el patrocinio del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) como cada año se convierte en la estrella del Salón de Gourmets. Los visitantes han tenido la posibilidad de catar los mejores monovarietales del país, 297 procedentes de 240 bodegas, seleccionados por los técnicos del MAPAMA y el Comité de Cata de la Guía de Vinos Gourmets del Grupo Gourmets. Atendidos por sumilleres que les asesoraban sobre las características de los vinos, los visitantes recibían además un pequeño manual para conocer los vinos mostrados.

Y casi entre bastidores y entre pabellón y pabellón encontramos la atractiva oferta de Cacao di Vine que procede de nuestro país vecino Portugal que mezcla dos pasiones de gran número de personas: el vino y el chocolate. Aunque las mezclas no son del gusto de los más puristas, lo cierto es que merece la pena probar estas joyas gastronómicas portuguesas que de forma artesanal mezclan Pinot Noir, Touriga Nacional, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Madeira, Porto o Jerez con un chocolate de sabor intenso de notas afrutadas, frutos secos o miel en un lento proceso de producción que puede prolongarse hasta tres días.

El Salón, en imágenes

 

 

 

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